La piscina lo convirtió en un deportista de élite. Las seis medallas de Ricardo Ten en los Juegos Paralímpicos y una treintena entre europeos y mundiales lo convirtieron en un referente del deporte adaptado y ya puede decirse que no solo en natación pues tras abandonar esta disciplina y dedicarse al ciclismo, Ten no deja de sumar éxitos: este fin de semana, dos medallas en el Mundial de Ciclismo de carretera de Maniago (Italia).
Ayer, el deportista de l’Horta se colgó la plata en la prueba en ruta de su categoría (C1) pero estuvo muy cerca de convertirse en campeón mundial. Consiguió completar los 68 kilómetros en 1:49.09 y perdió ante el alemán Pierre Senska en el sprint quedando segundo, el mismo resultado que en su debut en esta disciplina en el campeonato del mundo del pasado año en Sudáfrica.
Esta plata se suma al bronce que consiguió el pasado viernes en la prueba de contrarreloj. Finalizó los 13,6 kilómetros en 19:35.73, por detrás del canadiense Ross Wilson (19:29.55) y del alemán Michael Teuber (19:27.43). Conseguía así su primera presea en la modalidad de crono donde los éxitos se le habían resistido.
