La pólvora puso fin a las Fiestas Patronales de Godella con un espectacular castillo de fuegos artificiales obra de Ricardo Caballer. El pirotécnico disparó un castillo de 16 minutos caracterizado por el ritmo y el uso de toda la gama de colores. A la una de la madrugada comenzaba el espectáculo diseñado por Ricardo Caballer, un castillo con un carácter muy especial, y con el que conquistó al público local. 
Tras el castillo, Caballer señaló que había ofrecido al público “un castillo de 16 minutos, un espectáculo con mucho ritmo”. El inicio se realizó con secuencias digitales, y el castillo se disparó con el control de cinco ordenadores que gestionaron 1.200 órdenes de fuego. Ricardo Caballer utilizó “toda la gama de colores” e incluso una carcasa de 300. La apuesta pirotécnica que preparó ante su público, ante sus vecinos, concluyó con “dos finales de truenos”.
El pirotécnico de Godella afirmó sentirse contento con el resultado del castillo ya que “si la gente está contenta, nosotros también”. No dejó escapar la ocasión para indicar que “siempre es especial disparar en tu pueblo” y este año, además, tenía un componente emocional especial porque “ha sido el primer año que he disparado el castillo y no estaba mi abuelo”.
