La colaboración del Ayuntamiento de València en la iniciativa «Escuelas que alimentan», «para garantizar una nutrición correcta, equilibrada y saludable entre los niños y las niñas de la ciudad», ha sido uno de los ejemplos que ha destacado el alcalde de València, Joan Ribó, durante su intervención en el encuentro virtual organizado por CGLU (Ciudades y Gobiernos Locales Unidos) ONU Hábitat, Metrópolis y CEMAS (Centro Mundial de València para la Alimentación Urbana Sostenible) «para compartir reflexiones y aprendizajes de la situación generada por la pandemia del coronavirus».
Joan Ribó, que ha reiterado «la importancia de realizar una buena gestión de los recursos alimentarios», ha explicado en este foro que durante el confinamiento el Ayuntamiento ha llevado a cabo muchas acciones con la alianza de la sociedad civil, como el reparto de kits de alimentación, higiene y sanitarios que se ha realizado con Cruz Roja. Y ha destacado otras medidas como el impulso de proyectos con los productores de proximidad o el refuerzo del control sanitario en nuestros mercados locales. «También hemos vigilado que no falte en ningún momento el aporte nutricional necesario a todos los habitantes de València, y hemos desarrollado campañas informativas para implementar estrategias y procesos que consoliden una alimentación urbana sana y sostenible».
El primer edil ha destacado, como ejemplo, que en este contexto de crisis el Ayuntamiento de València ha ampliado la Beca Comedor, una ayuda municipal para las familias de niños y niñas de 0 a 5 años, durante el Estado de Alarma «con el fin de atender a las personas más vulnerables por el impacto de esta pandemia». «Se trata de un ingreso directo (200 euros mensuales) que han recibido 1.571 familias, y esta ayuda ha ido acompañada con la presentación de una guía orientativa con recomendaciones sobre menús, recetas e incluso listas de la compra para promover una alimentación saludable y sostenible». De esta manera, ha explicado, «hemos colaborado con la Plataforma “Escoles que Alimenten” ,de la que forman parte, entre otros, el Colegio de Dietistas y Nutricionistas de la Comunitat Valenciana, que también promueve. la compra de productos sostenibles, de proximidad y la colaboración en la educación por una alimentación sostenible y saludable».
«La presencia del gobierno local, orientando y asistiendo en la cercanía ha resultado ser decisiva en el alivio a millones de familias de todo el mundo», ha asegurado el alcalde quien, asimismo, ha anunciado que «el trabajo debe continuar, que la amenaza del virus sigue latente».
«Hemos de estar preparados para nuevos brotes de infección y actuar con rapidez. Debemos mantener campañas de información a nuestra ciudadanía, reforzar las políticas públicas orientadas a la protección social y la prevención, y fomentar la alimentación sana y saludable. Y a la vez no perder de vista las grandes líneas de trabajo previas a la pandemia. Reducir el impacto del cambio climático, procurar una ciudad más humana, más amable y más sostenible. Seguir insistiendo, por ejemplo, en acciones contra el desperdicio alimentario (porque un tercio de la comida que se produce no se consume, va a la basura. Y eso es sencillamente intolerable, insostenible».
Por último, Ribó, que ha recordado que la mitad de la población mundial vive en entornos urbanos, pero en menos de veinte años será el 70% o quizá más, ha instado: «No podemos permanecer inactivos ante esa concentración humana sin precedentes. Y si no establecemos una correcta administración y gestión de los recursos alimentarios, los desequilibrios y las diferencias, en algunos casos hoy ya gravísimas, aumentarán». «La pandemia del Covid-19 nos ha forzado a un nuevo escenario en el que es obligatorio coordinar y favorecer iniciativas en diferentes sectores estratégicos para el correcto desarrollo humano. Estrategias y procesos que consoliden una alimentación urbana sana y sostenible. No hay otras opciones ni hay tiempo que perder», ha concluido.
