La ya exconcejala socialista del Ayuntamiento de Burjassot Olga Camps ha decidido despedirse de la casa donde ha ejercido los últimos ocho años con una carta abierta en sus redes sociales en la que acusa al “aparato burocrático” del Consistorio y a la “falta de interés y el inmovilismo de parte de los técnicos y responsables” que la ordenanza de Bienestar Animal no haya podido ser aprobada en esta legislatura.
Camps, que no fue elegida concejala en las pasadas elecciones municipales al ocupar el puesto 20 en la lista socialista, asegura que cesa en su cargo tres días antes del pleno de investidura “por hartazgo” y porque, dice, no puede seguir en un sitio “donde no se siente bien”.
La que ha sido concejala del Gobierno municipal durante las últimas dos legislaturas, reconoce su “incapacidad” para aprobar esta ordenanza que ha calificado de “pionera, novedosa y proteccionista” al tiempo que ha lamentado que “se vaya a quedar en el cajón el tiempo que se consienta”.
Así, ha dejado el proyecto “encima de la mesa” para el nuevo equipo de Gobierno socialista a cuyos concejales ha pedido perdón por no acompañarlos el próximo sábado en el pleno de investidura porque, asegura Camps, no tiene ánimos para hacerlo.
