Este drama con toques de comedia trata temas como los sesgos por edadismo, género, aporofobia o procedencia que se aplican en una profesión tan vocacional y aparentemente liberal como las artes escénicas. Un contrasentido que se explicita en la puesta en escena del espectáculo, llevando la acción de la trama a un lugar sorprendente: un casal fallero.
La prestigiosa actriz venezolana Diana Volpe se mete en la piel de una intérprete emigrada, que acude a lo que cree ser un teatro donde va a comenzar los ensayos de una nueva producción escénica. Es quizá su última oportunidad de pisar un escenario tras la cancelación que sufre por ser mujer, estar en la tercera edad y no haber alcanzado un éxito mediático. Con una larguísima experiencia en producciones escénicas modestas, está acostumbrada a no recibir las atenciones de los actores populares, pero desea regresar a lo único que da sentido a su mundo: el teatro.
Esta trama creada por la dramaturga hispano-venezolana Ana Melo es un encargo de La Màquina, quienes tenían el propósito de aportar una mirada actual y de género al clásico contemporáneo ‘Minetti’, del autor austríaco Thomas Bernhard. '
Esta obra de teatro estrenada en 1976 nació del deseo del escritor de rendir homenaje a un gran intérprete de la escena alemana que, en su vejez, se encontraba sin oportunidades laborales. Pero la compañía y sala valencianas deseaban ir más allá, incorporando a esas barreras que encuentran los intérpretes a la hora de desarrollar una carrera interpretativa temas que la sociedad contemporánea ha identificado, aunque todavía no les aporta solución. Por eso convierte a la protagonista en una mujer de 70 años, emigrante, sin un éxito profesional destacable, pero sí una trayectoria interpretativa y dedicación impecables. Otro de los elementos que querían destacar es la brecha intergeneracional, por la que muchos entienden que ser mayor en estos tiempos es igual que ser antiguo.
Además, La Màquina ha decidido que esta historia se desarrolle en un ambiente no exento de espectacularidad y teatralidad, pero que nada tiene que ver con las artes escénicas. Mientras la protagonista de ‘Ninot’ busca desconcertada al director de escena, a la dramaturga y a los compañeros de elenco con los que ponerse manos a la obra para su regreso a los escenarios, se verá envuelta en los actos y celebraciones habituales de una comisión fallera, que se ha hecho con el bajo donde anteriormente se alojaba una sala de teatro, desaparecida por la precariedad a la que se enfrentan los trabajadores de la cultura y el empuje que experimenta el folklore como espacio de expresión identitaria.
Toques de humor, de absurdo, de emoción, de realidad y de profundo amor a las artes escénicas destila este espectáculo dirigido por Rafa Cruz en el que el fuego parece a punto de prender en cualquier momento, por la encendida pasión con la que su protagonista trata de encontrar su hueco en un mundo que la rechaza. Y por la chispa del contraste de dos mundos que, si bien podrían parecer totalmente alejados, tienen su punto de encuentro en la belleza, la alegría y el drama de quemarlo todo para ofrecerse la oportunidad de un nuevo comienzo.
Del 26 de enero al 18 de febrero, durante cuatro semanas, esta nueva producción para adultos de La Màquina estará en cartel en el teatro, espacio formativo y de producción escénica que la compañía valenciana regenta en la calle Pare Jofré nº7 de Valencia.
