La Iglesia de los Jesuitas de Valencia ha desmontado el primer lote de vidrieras con el que se inicia el laborioso proceso de restauración de uno de los mayores conjuntos de vitrales de la Comunitat Valenciana, firmado por el maestro José Muria.
Los 272 metros cuadrados que suman los cristales policromados del templo suponen todo un reto para los especialistas. El arquitecto responsable del proyecto de restauración, Xavier Laumain, ha explicado que "el paso del tiempo ha afectado bastante a la conservación de las vidrieras, muchas han perdido vidrios y se han doblado".
Esta situación obliga a rehabilitarlas de forma integral. La delicada tarea se ha confiado a las expertas manos del maestro Ximo Roca, un artesano que se dedica a restaurar las frágiles piezas en el taller familiar que abrió su padre hace 35 años.
El desmontaje de los 77 vitrales de la iglesia se va a realizar por fases. Los primeros siete se han podido extraer de su espacio y ya se han trasladado hasta el taller ubicado en Alginet.
El vidriero ha detallado que "cada vidriera de la Iglesia Jesuitas está compuesta por nueve paneles y el trabajo consiste en ir sacando, uno a uno, esos paneles". El trabajo se complica porque hay que picar cada uno de los paneles porque están fijados con masilla. Según Roca, "el mal estado de dicha masilla es uno de los problemas principales. Al estar tan reseca ha perdido la estanqueidad, lo que provoca que a través de ella entre el agua y la humedad".
Además, algunas de las piezas tienen pequeñas roturas, inevitables con el paso de los años y en ocasiones provocadas por las inclemencias meteorológicas.
Roca ha explicado el delicado trabajo que deben acometer para " tratar de no herirlas más de lo que ya están. Intentamos no romper nada y conservar al máximo. El actual estado de conservación "facilita que sobre todo los vidrios perimetrales se puedan romper. Hay que hacer todo 'piano piano'".
Traslado hasta Alginet
Tras el desarmado de las piezas, se trasladan en un vehículo acondicionado para evitar cualquier desperfecto, para su traslado hasta Alginet. Según los responsables de la restauración, "hay que separar suficientemente cada uno de los cristales porque tienen irregularidades que impiden apilarlos. Cada una nos pedirá cómo la debemos embalar para poder trasladarla".
La intervención también tratará la carpintería metálica, a la que se aplicará un tratamiento antioxidante. Además, cuando se vuelvan a instalar los vitrales nunca se utilizará la silicona directamente sobre el vidrio. Una vez retirada la pieza que se va a restaurar, el vano que se abre en el muro de la iglesia se cubre provisionalmente con placas de policarbonato celular que resulta muy ligero y deja pasar la luz.
Vidrieras de José Muria
Las vidrieras que decoran los muros del templo están firmadas por J. Muria. Este hecho indica que fueron realizadas en el taller del maestro vidriero José Muria Gil, que empezó trabajando en la conocida Cristalería Prat de Valencia y participó activamente en la elaboración de las vidrieras del Palacio de la Exposición, inaugurado en 1909.
Su nieto, José Muria Vilaplana, que empezó su aprendizaje de muy niño bajo las instrucciones de su padre y de su tío, ha explicado que "al comenzar la Guerra Civil el maestro se trasladó desde el Cabanyal a la localidad de Alaquàs junto a sus hijos José, Juan y Salvador, a quienes transmitió sus conocimientos".
En torno a 1942 volvieron a València para instalarse en la calle Escolano y en esa época recibieron el encargo de realizar las nuevas vidrieras de parte de los padres jesuitas León y Muedra.
Los vidrios decorados fueron la guinda a la tercera y última ampliación de la antigua capilla del Colegio San José.
Donaciones para la restauración
La iglesia jesuita ha explicado que "cualquier ayuda económica es necesaria y bienvenida" para esta restauración. La colaboración se puede realizar en la cuenta ES94 0075 0003 7806 0803 7602, o a través de Bizum, seleccionando 'Enviar donación' y añadiendo el código 02422, destino 'Restauración Iglesia Jesuitas Valencia'.
Los donativos se podrán beneficiar de las deducciones legales correspondientes puesto que se emitirá, con tal fin, un certificado oficial desde la Fundación Pedro Arrupe, encargada de la restauración del templo.
