Durante los últimos 11 años, el convenio anual entre ADIS y el Ayuntamiento de Puçol ha permitido desarrollar proyectos y servicios dirigidos a la integración social de los miembros de la asociación, gracias a actividades como terapias, piscina, piso tutelado, talleres… “Pero la clave para la integración de las personas con discapacidad es el trabajo, que consigan un empleo que les haga sentirse útiles”, explica la concejal de Servicios Sociales, Eloísa Rosa. Por eso, en los últimos años se ha trabajado con centros especiales de empleo como Flisa o Servidisca para que contrataran a vecinos de Puçol.
Ahora, se ha podido poner en marcha un centro de estas características en el municipio con el apoyo municipal, la implicación de los padres de la asociación y el apoyo externo de personas o empresas dispuestas a apostar por la integración completa de personas con alguna discapacidad física o psíquica.
El centro comenzó a dar sus primeros pasos tras las Fallas de este año, cuando Pepe Claramunt amplió las actividades que ya venía desarrollando para ayudar a los alumnos de ADIS (como el torneo de fútbol solidario durante las fiestas) y, con ayuda de empresas como Iberiana, consiguió poner en marcha un curso de formación por el que han ido pasando todos los alumnos de la asociación.
“Esos chicos pueden hacer cosas y necesitan trabajar, sólo les hacía falta un pequeño empujón”, explica Claramunt, quien añade que “estamos buscando empresas que necesiten tareas de empaquetado o pequeñas actividades manuales que puedan realizar los chicos aquí, en el Centro Especial de Empleo de ADIS”.
El nuevo centro se ubica en las instalaciones del antiguo centro de acogida que ha sido cedido por el Ayuntamiento como parte del convenio anual de colaboración. Por allí han pasado todos los alumnos de ADIS a lo largo de estos meses para probar, porque no todos tienen la capacidad y la aptitud necesaria para poder trabajar en una pequeña cadena de montaje.
Para que todo esté en orden, madres como Pilar y Vicen echan una mano a la hora de organizar los trabajos con los chicos, al tiempo que coordinan la presencia de otros vecinos con discapacidad que acuden al centro para colaborar y realizar su periodo de pruebas, como los alumnos del grupo de convivencia o los del taller de habilidades sociales.
El centro está abierto a cualquier tipo de trabajos manuales de empaquetado o en cadena y ahora el trabajo de Claramunt se centra en localizar empresas interesadas en colaborar con estos vecinos. Mientras, también ha cedido un campo de su propiedad para que los chicos de ADIS prueben otras tareas en la huerta, al aire libre.
“Nuestro objetivo es aumentar las horas de cada alumno y contratar más jóvenes del pueblo con algún tipo de discapacidad a partir del próximo año. Siempre con contrato legal, Seguridad Social y trabajos adaptados a sus características”, finaliza el ex futbolista. “Para ello, necesitamos el apoyo de empresas dispuestas a echar una mano a estos vecinos que tanta ilusión ponen a la hora de trabajar”, añade.
