Con 15 años de historia musical el Zingersextet sigue mostrando su potente propuesta musical llevando a escena, bajo el formato de música de cámara, ritmos, composiciones y autores de géneros tan amplios como el jazz, el nuevo tango de Piazzolla, la bossa nova o la música para el cine.
El inicio del ciclo ‘Cambra al Palau’, que se celebró ayer en el Almudín, no pudo arrancar de mejor manera; bajo la dirección artística del oboísta Roberto Turlo, la agrupación abordó, en un equilibrado programa, trabajos de compositores tan selectos como Piazzolla, Ariel Ramírez, Lamarque Pons y Luiz Simas. Para esta ocasión, y ante la ausencia de Pablo Zinger al piano, el sexteto contó con la admirable colaboración en las teclas de la pianista uruguaya Polly Ferman. Así, Enrique Palomares (violín), Mariano García (violonchelo), Rubén Parejo (guitarra), Javier Sapiña (contrabajo), Vicente Alós (clarinete) y el propio Turlo formaron, junto a la intérprete invitada, una magnifica agrupación que desbordó talento y emoción en cada una de las piezas presentadas.
Medidos (y acertados) arreglos para el grupo al sumergirse en el apasionado universo piazzollano, sugerentes en el territorio étnico y folklórico del paisaje creado por Ramírez para los fragmentos de su ‘Misa Criolla’, mágicos con las raíces brasileñas de Limas en su ‘Suite momentos felizes’, y muy popular y festivo al entrar en la ‘Milonga de Fidela’ de Pons.
Un verdadero lujo de concierto, ante un público que abarrotó el espacio del Almudín, que muestra el atractivo por este tipo de ciclos con intérpretes de primer nivel y programas tan elaborados.
Los casi 80 minutos de conciertos pasaron como un suspiro para un evento que celebraba el centenario natalicio de Piazzolla y deseamos (pese a las restricciones sanitarias que vivimos) que muy pronto la Zingersextet vuelva a deleitarnos con la calidad de sus trabajos junto a la sensibilidad y maestría, frente al piano, de la exquisita Polly Ferman.
