El pasado martes, el presidente de Junta Central Fallera y concejal de Fallas, Santiago Ballester, anunció el nombre de las mantenedoras de las Falleras Mayores de Valencia, la influencer Marta Lozano y la empresaria Hortensia Roig.
Ambas tienen apenas 20 días en los que preparar un discurso que pronunciarán en la Exaltación de María Estela y Marina, respectivamente. Discurso en el que, es de prever, glosarán y defenderán las virtudes que ambas presentan para ser merecedoras de la admiración y el cariño del mundo fallero.
Marta Lozano y Hortensia Roig han conocido ya a María Estela Arlandis y a Marina García, respectivamente, en sendos encuentros que les ha servido para conocerlas más de cerca y poder transmitir así, la esencia de las máximas representantes de la fiesta en el discurso que cada una de ellas pronunciará los próximos 26 y 27 de enero en el Palau de la Música.
Marta Lozano pasó la tarde con María Estela para conocerla mejor y ponerse ya manos a la obra con la composición del discurso que preparará para el próximo 26 de enero. Un cometido ilusionante para la joven influencer, amante de la fiesta fallera, y que también estuvo acompañada de su marido, Lorenzo Remohí.
Después de disfrutar de una merienda, Hortensia Roig ha invitado a Marina y su Corte de Honor a visitar el Centro de Arte Hortensia Herrero en el antiguo Palacio Valeriola, un espacio que cuenta con más de un centenar de obras de artistas de renombre internacional que llenan las 17 salas que se pueden visitar en el edificio.
De hecho, Marina y su Corte de Honor, se han quedado impresionadas con algunas de ellas, como por ejemplo 'Tempesta' de Jaume Plensa donde letras de diferentes alfabetos inundan los muros del espacio o 'Tunnel for unfolding time' de Olafur Eliasson donde se han visto rodeadas de sus numerosas piezas de cristal.
Pero además, Marina y su Corte de Honor han conocido la obra 'Transformer' de Mat Collishaw, un encargo específico con una fuente de inspiración muy concreta, las Fallas de Valencia. En ella, encontramos imágenes reales de las fallas junto con otras de flores y mariposas que arden como símbolo del renacimiento y del fuego purificador que todo lo renueva. Una experiencia didáctica y muy divertida que ha servido para estrechar lazos entre las trece niñas y su mantenedora.
