Godella puso el broche a 13 intensos días de fiestas con el castillo de fuegos artificiales que lanzó Ricardo Caballer anoche y que presenciaron miles de personas. Cerca de 25 minutos de pólvora, ruido y color coronaron el último día las fiestas de Godella, coincidiendo, como tradicionalmente, con la celebración del día de San Bartolomé. 
Por este motivo la tarde tuvo un intenso sentido religioso en Godella. Desde las 18 horas en que se inició la recogida de las clavariesas del Rosario hasta pasadas las 23 horas, San Bartolomé centró los actos festivos. A las 20 horas se celebró una misa en su honor y pasadas las 21 horas comenzó la procesión. El Grup de Danses el Poblet, con sus gigantes abrió la comitiva que presenciaron centenares de vecinos y en la que participaron otros tantos. El Sebastianet abrió el paso de las imágenes a quien siguieron San Sebastián, San Bartolomé, la Virgen del Rosario y El Salvador. Hasta 7 párrocos rindieron culto a los santos en una procesión que cerró el equipo de Gobierno con el delegado de Noisy le Roi y Bailly, Roland Villeval, los concejales Ginés Ruiz, Eva Sanchis, Hermenegildo Estellés y el propio alcalde, Salvador Soler.
Los más pequeños tuvieron dos oportunidades para despedirse de las fiestas. Por la mañana, en el perfumado ‘sobretaules’ que precedió a la gran mascletá disparada a mano, como se hacía tradicionalmente, por Vicent Caballer y por la noche, con una ‘Festa Pequedisc’, en el parque del Molino y que enlazó con el castillo de fuegos artificiales, perfecto colofón de las fiestas patronales de Godella.
