El Teniente General Fernando García-Vaquero Pradal, Jefe del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad y Representante Institucional de las Fuerzas Armadas (RIFAS) de la Comunidad Valenciana, ha presidido este jueves el acto de homenaje de las Fuerzas Armadas y Guardia Civil a las Fallas de Valencia en su XXXIV edición, organizado por el Comandante Militar de Valencia y Castellón.
Una vez recibidas Laura Mengó y Paula Nieto, Fallera Mayor y Fallera Mayor Infantil de València con sus respectivas Cortes de Honor, daba comienzo el acto, al que asistieron diferentes autoridades civiles y militares, entre las que se encontraban la Delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana (CV), Pilar Bernabé y la Presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la CV, Pilar de la Oliva.
La unidad militar ha estado compuesta por 1 Compañía de honores al mando de un Capitán del Regimiento de Transmisiones nº21, con 3 secciones perteneciente al Regimiento de Transmisiones nº21, Regimiento de Caballería Paracaidista Lusitania nº8 y la 6ª Zona de la Guardia Civil; Escuadra de Gastadores (Grupo de Artillería Antiaérea III/73); Escuadra de Llauradors (Batallón de Cuartel General del CGTAD) y Música y Banda de Cornetas y Tambores (Música del CGTAD).
Como es habitual, se entregaron los premios del concurso de carteles, la mención de reconocimiento de la Guardia Civil y las insignias de la falla para realzar la labor realizada por distintas personas que se han distinguido para llevar a buen término esta celebración a lo largo de los años.
A continuación, el Teniente General García-Vaquero agradecía en su intervención la presencia de las Falleras Mayores y de sus Cortes de honor y resaltaba la ocasión para fortalecer el vínculo entre las Fuerzas Armadas y Guardia Civil, con la ciudad de Valencia, el mundo fallero y con todo lo que éste representa, con el que se comparten muchos valores.
La bandera nacional que presidía el acto era arriada y entregada a la Institución 'Escuelas de Artesanos' de Valencia, donde estudió el pintor Joaquín Sorolla en 1876, encomendándole su cuidado y recuerdo, como gesto que representa el hermanamiento y el proyecto común que comparten el pueblo y sus Fuerzas Armadas.
Posteriormente se ha realizado un castillo de fuegos, seguido de la 'cremà' de la Falla.
