Romualdas Požerskis: “La fotografía humanista tiene una parte serena y reflexiva que está en la gente”

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Romualdas Požerskis es uno de los fotógrafos más reconocidos de Lituania al tiempo que es profesor de la Facultad de Artes de la Universidad de Vytautas Magnus, de Kaunas, y ganador del Premio Nacional de Cultura y Arte de su país.

Romualdas Požerskis lleva más de cuatro décadas haciendo fotografías y captando al mundo con su cámara; sus obras se han sido publicadas en numerosas colecciones y se exhiben en las galerías más importantes del mundo en EEUU, Alemania, Holanda, Japón, República Checa, etc.

Reconocido como todo un ‘clásico’ de la fotografía lituana, Požerskis es miembro de la Unión de fotógrafos de Lituania y de la Federación Internacional de Arte Fotográfico (FIAP), entre sus numerosos galardones se halla no solamente el Premio Nacional, sino también la Orden ‘Por los Méritos a Lituania’.

Fotografías que forman parte de la exposición.

Sus fotografías muestran una visión humanista del mundo, lo que caracterizó a los fotógrafos de la ‘Escuela Lituana’ y a toda una generación por su inconfundible sello. Para Požerskis, la fotografía permite acercarse a otro ser humano, más que una forma desenfrenada de autoexpresión. El pasado 2 de febrero, Požerskis visitó Valencia con motivo de la presentación de tus trabajos en Espai d’Art Fotogràfic y por la inauguración de su exposición en la Facultad de Filología, Traducción y Comunicación bajo el título de ‘Fotografía Humanista en el contexto de la guerra de Ucrania’. En charla con Požerskis, descubrimos los componentes de la llamada ‘fotografía humanista’ y el modelo de trabajo del destacado autor.

Pregunta: ¿A qué llamamos ‘fotografía humanista? ¿es una referencia crea por quien realiza la fotografía o es una referencia creada por el observador de la obra?

Romualdas Požerskis: Cuando comencé a fotografiar y a tomar imágenes de la vida cotidiana lituana se decía que la lengua lituana desaparecería en menos de veinte años. Aquel hecho me hizo tomar consciencia de enseñar quiénes y cómo somos los lituanos. Quería mostrar a la gente de Lituania para expresar que había una vida y había una lengua. La fotografía humanista es mostrar a la gente en su vida diaria, en sus hábitos más cotidianos.

P.: Pero supongo que, de alguna manera, quien observe la imagen se tendrá que sentir cómplice de esa sensación o componente humanista que transmite la obra, ¿sí?

R.P.: Para mi fue todo un descubrimiento cada día, tanto en esta serie de fotografías que componen la exposición, como en las anteriores, en la que fotografiaba los barrios antiguos de las ciudades lituanas, descubría que había toda una interacción con las personas que veían las imágenes. Lo que falta aquí son los olores y los sonidos que acompañan las imágenes, por ejemplo el sonido de las campanas de una iglesia, el olor de las hierbas y las flores, los pasos de la gente en la calle…, todo era mucho más intenso y…, la fotografía busca crear toda esa sensación de carácter humano y de sensibilidad para dar con un efecto de la importancia de la vida. La fotografía humanista tiene una parte serena y reflexiva que está en la gente.

Romualdas Požerskis durante un pasaje de la entrevista.

P.: ¿Qué tipo de composición debe tener una fotografía para ser llamada ‘fotografía humanista’?, ¿debe tener personas en su imagen o…, al menos, constancia de la presencia humana?

R.P.: Me ha gustado mucho la forma de composición de la revista ‘Life’, en donde se veía una imagen muy grande y un texto, muy, muy pequeño, en el que se contaba la historia con una imagen. Aquella sucesión de imágenes, en un reportaje, daban constancia de un relato mucho más rico que su texto.

P.: La fotografía captura una parte de la realidad, aquello que es capaz de encuadrar, ¿significa que un acontecimiento como la guerra, necesita una gran variedad de imágenes para dar sentido al horror que representa?

Visitantes a la inauguración de la exposición.

R.P.: Una sola imagen puede mostrarnos toda el horror y el dolor de una guerra pero…, eso depende de la situación. A veces se puede relatar todo lo que conlleva una guerra en una sola imagen, muerte, destrucción…, pero se necesita mucho más. Aquí (en la exposición), puedes ver una fotografía de un señor que acaba de salir de los aseos, y otros dos esperan en la cola, en un momento, aparentemente tranquilo, sin embargo tuve la necesidad de hacer toda una serie de fotos para capturar ese momento de serenidad o tranquilidad. En la guerra hay muy pocas posibilidades de captar una imagen que pueda decir mucho sobre su horror, en la guerra todas las acciones son muy rápidas. Todo sucede con mucha rapidez, además tienes que hacer la foto y salir corriendo porque puedes morir si te quedas en el sitio. Cuando yo estaba en el año ’91 fotografiando el Parlamento de Lituania (estos hechos ocurrieron cuando desde la Unión Soviética se orquestó un intento de golpe de Estado provocando una masacre), se ordenó que todos los periodistas extranjeros salieran porque era muy peligroso para sus vidas. Yo me metí en el Parlamento, a través de una ventanilla pequeña de los aseos, y estuve dentro durante tres días. Todo estaba lleno de cócteles Molotov, muchos pasillos olían a gasolina y…, todo estaba preparado para quemarlo y destruirlo todo. Esa es la fotografía de guerra.

P.: Mil gracias por su tiempo y gracias por traer a Valencia esta hermosa muestra fotográfica que nos muestra la otra cara de la guerra y el lado más humano de un conflicto bélico.

R.P.: Gracias a vosotros y es placer estar esta en esta ciudad.

(Deseamos agradecer la labor de intérprete durante la entrevista de Vilma Dobilaite).

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