(Nota del fotógrafo, Javier Furió).- A modo de introito diremos que el encuentro con el genial Juan Manuel de Prada fue, tanto para el entrevistador como para un servidor, lector, aprendiz y a ratos fotógrafo, privilegiado espectador del arte de la entrevista, un auténtico placer regado por la sabiduría y generosidad del entrevistado. Como digo, una de esas ocasiones en las que sólo se puede agradecer que hayan ocurrido. Y, tras ello, lo acontecido, contado por José Carlos Morenilla…
El autor
Juan Manuel de Prada es un escritor y periodista singular con una fantástica capacidad para la ironía deslumbrante que a sus 49 años, ya tiene una dilatada y respetada carrera profesional.
Lo más sorprendente y extraordinario de su prolífica carrera es que fue un joven brillante como pocos. A los 16 años ya publicaba relatos y cuentos muy bien acogidos y era capaz de traducir otros de publicaciones y revistillas inglesas y americanas de a 10 centavos la pieza. Eran obras bien elegidas de intriga y ciencia ficción.
A los 24 años publicó su primer libro, Coños, donde seguía la estela de Ramón Gómez de la Serna quien en 1917 había escrito Senos. Fue promocionado con admiración por Francisco Umbral y Arturo Pérez Reverte, personajes con carácter y tino en sus recomendaciones.
En 1997, ganó el Premio Planeta, con Tempestad.
En 1998, a los 28 años, ya las dos revistas internacionales más prestigiosas y leídas del mundo en París y New York, lo habían incluido entre los escritores y genios literarios más importantes en el mundo, menores de treinta años entonces.
Alto, con un aspecto poderoso, una voz potente y enorme seguridad en sí mismo, fruto de su extensa erudición, se convirtió en un asiduo de la televisión, donde llegó a dirigir un programa, Lágrimas en la lluvia y fue requerido como contertulio en numerosos programas de actualidad.
Sorprendentemente lo que publicó en esa época fueron colecciones de artículos y comentarios ya editados en otros medios.
Parecía que ese paréntesis creativo iba a poner en entredicho su brillante futuro. La farándula televisiva, el barullo ideológico, el discurso fácil, erudito y brillante del que es capaz parecían haber ocupado el esfuerzo que antes dedicaba a la creación literaria. En la entrevista que reproducimos, muestra como aún es capaz de enarbolar la frase afilada, la ironía polémica y la erudición más exquisita. Es un alarde indulgente porque ya está en otras cosas y, como él mismo confiesa, fue el amor de una mujer quien le devolvió a la senda de su vocación como escritor.
Este libro es buena prueba de su extraordinaria capacidad para capturar al lector en una aventura apasionante nacida de su pluma.
La entrevista
¿Cómo surgió la novela?
Está basada en un caso que yo conocí de primera mano, en la que alguien no utilizaba móvil ni entraba en Internet porque necesitaba vivir así. Es tal nuestro grado de dependencia de la tecnología, que hemos olvidado esa otra forma de vivir, aunque sea posible.
A través de la Guardia Civil, he sabido que hay personas que saben que la única manera de no ser localizados es renunciando al móvil, a entrar en Internet y a tener noticias a través de la Red de amigos y familiares. Algunos lo consiguen y otros sucumben ante sus perseguidores por ser incapaces de hacerlo. Pero la realidad es que aún se puede vivir sin tecnología de comunicaciones.
Lucia, la protagonista, es española, está plenamente integrada en la sociedad y parece normal en su vida, sólo que es sumamente cuidadosa y discreta sobre su verdadera identidad, lo que sorprende desde el principio al lector.
Sin embargo, Alejandro acepta esa singularidad sin hacer preguntas ¿Ves posible hoy permitir tanta independencia a la pareja?
En realidad, aún no viven como pareja . Ella es muy huidiza porque necesita proteger su identidad, y Alejandro, que ya sabe que la ama, respeta su forma de ser esperando unas relaciones más normales.
¿El amor, por tanto, puede convertirse de repente en algo determinante en la vida de una persona, un amor que surge de improviso y desde entonces lo cambia todo?
Bueno, hay tres posturas ante el amor. Una, que empieza por ser meramente carnal, erótico, llamémosle así y se va convirtiendo en algo más humano, algo que termina definiéndonos. Otra, es el amor filial, maternal, fraternal. Y por último, están las personas que no tienen amor que son siempre personas rotas. El amor resulta determinante. Somos el amor que damos y recibimos aunque nosotros no seamos conscientes de ello.
Cuando nos enamoramos de una persona que nos quiere, aunque no sea con un amor especialmente erótico o sexual, cambia nuestra vida por completo. De eso tenemos experiencia todos. Sin embargo, hoy día, se tiende a hacer creer que el amor es algo perecedero, que el amor no va a durar. Pero eso es consecuencia de esta vida acelerada que llevamos llena de pulsiones urgentes y anhelos que queremos satisfacer de forma irreflexiva e inmediata. En el amor lo normal es que sea duradero. Lo natural es que una madre quiera siempre a su hijo, que los amigos se respeten siempre y que las personas que se enamoran, se quieran siempre. O sea, que vivimos una época que conspira contra el amor porque se nos trata de convencer de que el amor es pasajero y eso no es verdad. Yo creo en el amor que aspira a ser para siempre. La experiencia y la historia humana demuestra que lo normal es que el amor sea así. No podemos pensar que durante 20.000 años hemos amado así y, sin embargo, ahora es cuando hemos descubierto la verdadera naturaleza del amor. Es absurdo.
Pero eso no evita que el amor tenga muchas dificultades, que exija mucha paciencia y capacidad de comprender al otro, eso sí. Vivimos una época muy egoísta. De un individualismo desaforado, y es por eso que el amor lo tiene más difícil.
Los seres humanos somos buscadores de cadenas que nos unan a los otros. Buscadores de vínculos, de lazos. Lo extraño de nuestra época es esta manera tan solitaria vivir. En realidad los seres humanos buscamos relaciones intensas y comprometidas y necesitamos implicarnos en aquello que hacemos. El trabajo nos gusta hacerlo bien. Esto es lo normal, lo extraño es lo contrario, la temporalidad de las cosas que se nos intenta imponer. Lo normal es desear conocer a gente con la que mantener relaciones duraderas en el nivel que sea. Lo anormal son estas aplicaciones que te invitan a conocer personas que quieren follar sin compromiso en tu barrio. Estamos retorciendo la realidad, se nos presenta como normal lo que no lo es.
En la obra narras un accidente aéreo que recuerda a otro ocurrido en Barajas.
Sí, mi narración está inspirada en el accidente de Hispanair y se analiza con cierto detalle en la novela: el comportamiento de la compañía, de los pilotos y las dudas sobre si fue un atentado. Yo creo que fue un accidente, pero realmente hay algunas catástrofes de este tipo que se presentan como accidentes cuando fueron atentados porque son muchos los intereses que hay en juego. Cuando el atentado no es reivindicado por un grupo terrorista conocido con poder de comunicación, puede que se presente ante la opinión pública como un accidente.
¿El protagonista, Alejandro, se parece en algo a ti?
No del todo. Vive, eso sí, una experiencia que yo he vivido: un escritor que de repente pierde la inspiración, pierde las ganas de escribir y que luego a través del amor vuelve a recuperar todo eso. Pero es una persona muy distinta en algunos aspectos, por ejemplo, yo nunca viviría en una urbanización. No me gusta vivir en Madrid, pero, si tengo que hacerlo, prefiero vivir en el centro ya que no tengo coche. Así que somos diferentes con algo en común, haber pasado por una sequía creativa y haber recuperado la vocación gracias a una mujer.
También, presentas a los servicios secretos españoles como malísimos: “los peores después de Andorra”, dice uno de tus personajes.
Hombre ya me dirás. No olvidemos que los servicios secretos españoles dejaron introducir en España 5000 urnas para la votación del 1-O desde China y fueron incapaces de interceptar ni siquiera una. Y eso que fueron distribuidas por todos los pueblos de Cataluña ¿Se puede tener unos servicios secretos más chapuceros? Seguro que los servicios secretos de Andorra hubieran detectado alguna.
Una pregunta de política. ¿Qué va a pasar el 28 de Abril?¿Está el actual presidente Pedro Sánchez utilizando los recursos del Estado en su favor?
Hombre, yo no diría eso. Sí que es un tipo ventajista que ha convocado elecciones cuando más le convenía, aunque no creo que el resultado vaya a ser tan claro y beneficioso para él. Necesitará de nuevo alianzas. Y esas alianzas le traerán muchas complicaciones. Yo creo que España ha entrado en una fase de debilidad institucional y no creo que tras estas elecciones eso vaya a cambiar. El resultado será confuso y con equilibrios difíciles.
¿Los programas vociferantes, como dices en tu libro, siguen existiendo en la TV? Esos en los que cuanto más lío montas como contertulio, más te pagan y más veces te llaman.
Sí, claro. Dentro del deterioro que todos los medios vienen sufriendo, la televisión es la que más lo acusa. Si uno recuerda la televisión de hace treinta años, y mira los programas que entonces había, de cultura, de pensamiento, programas como Estudio Uno que era fundamentalmente teatro filmado, uno descubre que esto hoy sería impensable. La degradación es generalizada. Y además hay un mal muy extendido que es la mezcla de entretenimiento e información. Así, los programas informativos lo que buscan es el barullo, la trifulca, el sensacionalismo, y todo eso en detrimento de la veracidad y credibilidad.
Y de la reciente polémica sobre si el Rey debe pedir disculpas por la Conquista de América ¿Qué opinas?
Es algo que me parece grotesco, injusto y propio de ignorantes.
Hay que considerar, además de las circunstancias y el momento histórico, los principios que la guiaron. Pudo haber injusticias cometidas por personas, pero lo importante es saber si esas injusticias estaban respaldas por la Ley que debía cumplirse.
Isabel La Católica la primera norma que impone es que los indios no puedan ser esclavizados, que sean considerados como súbditos de la Corona con todos los derechos, como cualquier señor de Toledo o de Zamora. Eso es radicalmente diferente en términos históricos con otros países colonizadores. Precisamente es el Rey, Carlos V, el que cuando le llegan noticias de que se están cometiendo abusos, ordena detener la conquista y convoca lo que se llamó la Controversia de Valladolid, donde se empiezan a elaborar unas Leyes de Indias, que fueron revolucionarias porque nunca jamás territorios conquistados tuvieron los derechos que esas leyes daban a sus nativos. España inmediatamente abrió universidades en América. Ciencia y Humanidades que proveían de conocimiento y dignidad a sus habitantes. Esto es algo que no hicieron ni Inglaterra, ni Francia, ni Alemania, ni nadie en los países que conquistaron y colonizaron. Se legalizaban los matrimonios mixtos, cosa bien diferente de la de otros imperios donde a las nativas se las podía violar, pero nunca reconocer ningún derecho legal. Por eso, me parece un despropósito que se nos exija que pidamos perdón por una conquista que supuso un verdadero adelanto cultural para aquellos nativos, en contraposición a lo que hicieron otras potencias de la época.
Que hubo crueldades e injusticias es evidente, pero no sólo en este episodio, sino en todas las conquistas de cualquier época, Ahora también las habría. Y realmente, las hay cuando se intenta llevar la civilización a territorios donde no existe.
Y, volviendo a la Literatura ¿Qué espacio ocupa hoy en tu vida?
La literatura ha vuelto a ser el eje sobre el que gira mi vida. Además de escribir, me gusta leer. Ahora estoy releyendo la obra de un amigo…, cuando tengo un rato libre, leo. Hay días que me leo un libro entero; otros menos; pero dos horas al día sí que dedico a leer aunque esté en medio de la redacción de una obra.
Por último, háblanos de tu novela.
Esta es una historia para todas las personas a las que les gusta leer, sea cual sea su edad o profesión. Es una intriga que te mantiene en vilo desde el principio. Una obra que tiene muchas capas que hay que ir deshojando hasta el secreto final. Está basada en hechos reales cuyo final me emocionó. Me gustaría que el lector viviera aquella misma experiencia. Siempre que escribo una novela, parto de dos puntos: al principio, el detonante que me lanzó al proyecto y un final ajustado lo mejor posible a la realidad. Algo en lo que creo. El resto de la trama lo voy descubriendo mientras escribo, igual que el lector cuando lee. Siempre es una aventura de la que conoces el punto de partida y tiene un final que puede que no sea como desearías…, como sucede en la vida.
La obra
Título: Lucía en la noche
Autor: Juan Manuel de Prada
Editorial: Espasa 2019
Género: Novela. 411 páginas
Con una prosa cuidada y ágil, el autor nos describe el marasmo emocional y profesional de un escritor que, perdida su emoción e inspiración literaria, se dedica a recorrer platós de tv como comentarista ocasional. Ante el aplauso efímero por sus ocurrencias, se reprocha cada día su deriva hacia el fracaso personal de lo que fue o podría haber sido.
El relato inicial se asemeja, él no lo niega, a su peripecia vital en un momento crítico de su vida. Como en la realidad, a este escritor viene a rescatarlo de su páramo estéril una mujer de la que se enamora por sorpresa y cuando todo parecía encaminarse hacia un final feliz, la mujer desaparece por sorpresa de la trama.
Entonces la novela se convierte en la búsqueda del amor perdido; en la exaltación de la capacidad humana por amar y comprometerse con la persona amada; en el relato emocional y emocionante de la transformación que viven las personas enamoradas.