La psicóloga Laura Vera acaba de publicar un libro titulado ‘La Preocupación Inútil’ (Desclee), un interesante estudio sobre aquellas acciones que nos provocan preocupación. Vera ha desarrollado gran parte de su carrera en el campo de la psicología y ha abordado temas tan variados como la inteligencia emocional, la psicología positiva, la arteterapia, o las habilidades de comunicación. La autora de ‘La preocupación inútil’ nos aconseja sobre cómo reconocer y desactivar aquellas preocupaciones que son inútiles en nuestras vidas.
Vera comenta que la preocupación es “un mecanismo que todos llevamos incorporado”. El nuevo libro de Laura Vera, ‘La preocupación inútil’ se centra precisamente en esto, en esas preocupaciones innecesarias que únicamente nos aportan ansiedad y miedo, pero que en ningún caso nos ayuda a resolver nuestras dificultades, que nos hace sufrir más de la cuenta y que nos impide disfrutar del momento presente.
P: ¿Cómo definiría la preocupación inútil?
L.V.: La 'preocupación inútil' es aquella preocupación que no anticipa amenazas, que no resuelve aquello que nos preocupa porque nos mantiene paralizados dándole vueltas siempre a lo mismo. Nos aporta ansiedad y nos impide disfrutar de las cosas que van bien en nuestra vida.
P: ¿Existe la 'preocupación útil'?
L.V.: Sí, puede decirse que existe una preocupación que está enfocada a la acción, que nos impulsa a resolver, a planificar...una preocupación que nos sirve para reflexionar, tomar una decisión y ejecutarla; después, la preocupación ya no tiene razón de ser.
P: ¿Cómo nos afectan las preocupaciones?
L.V.: Cuando la preocupación forma parte de nuestro mecanismo para hacer frente a los problemas, cuando a diario nos asaltan preocupaciones de cualquier tipo, nuestro cuerpo acaba sufriendo las consecuencias. Esta tensión sostenida en el tiempo puede manifestarse como aumento de la presión arterial, alteración del ritmo cardíaco, problemas estomacales, dolores de cabeza, irritabilidad, fatiga o insomnio. Todas estas señales propiamente características de la ansiedad acaban pasando factura cuando se dan de continuo. Es importante tomar conciencia de la manera en la que nos preocupamos, detectar todas estas señales y gestionar correctamente la preocupación.
P: ¿Es posible vivir sin ellas?
Yo creo que tenemos que partir de la idea de que la vida es cambio, es evolución, y es inevitable que haya una dosis de incertidumbre; por lo tanto, los problemas, conflictos y crisis son inherentes al ser humano. Por otra parte, la preocupación actúa como un mecanismo que nuestra mente tiene para hacer frente a estos problemas y conflictos antes de que lleguen, por esta razón la preocupación no puede eliminarse del todo. Lo que sí podemos hacer es aprender a gestionarla correctamente.
L.V.: ¿Cuáles serían las claves para combatirla?
Una de las claves es por ejemplo aprender a tolerar la incertidumbre porque cuanto menos toleramos la incertidumbre, más probable es que nos preocupemos. Tenemos que aceptar y asumir que hay cosas que podemos controlar y otras muchas que no.
Otra clave para gestionar mejor nuestras preocupaciones es observar cómo pensamos cuando estamos preocupados... ¿Tendemos a anticipar consecuencias negativas? ¿Solemos pensar de forma exagerada? Detectar estos pensamientos nos puede ayudar a combatirlos.
P: ¿Cómo nos puede ayudar el sentido del humor?
El sentido del humor es una de las grandes fortalezas emocionales que desde luego sí nos puede ayudar a combatir la preocupación. El sentido del humor nos ayuda a no sobredimensionar la situación. Cuando aplicamos el sentido del humor a las cosas que nos pasan, disminuye nuestro nivel de ansiedad y además nos ayuda a enfocar nuestra mente en positivo y a ser más optimistas con el resultado.
(Agradecemos la gestión de brcomunicacion por la cesión de la entrevista)