¿Qué vino le pongo…? Cualquiera que sea bueno y barato. Esa es la respuesta que muchos contestaríamos al camarero que nos atiende, o simplemente la respuesta a otra cuestión como la de saber qué vino compro.
Pues creo que no. Deberíamos ser más exigentes, considerar nuestros gustos, conocer lo que algunos llamamos cultura del vino, que no es tal, simplemente tener la osadía de probar vinos de diferentes tierras y lugares, variedades, tipos de elaboraciones, vamos que para gustos colores, porque en el vino hay mucha variedad.
Vivimos en un país estupendo para elaborar vinos por nuestro clima, nuestras variedades y además se ha invertido en infraestructuras y para colmo los profesionales están bien formados académicamente. Cada día más los bodegueros escuchan al terruño, a las viñas, dejan que los vinos se expresen y por consiguiente el fruto de todo esto nos da sensaciones extraordinarias.
Hay muchos tipos de vinos, lo bonito es poderlos probar, disfrutarlos, comprobar que cada uno es diferente de otro, incluso de la misma bodega, diferente añada y no temamos al vino de diario, esos vinos jóvenes llenos de fruta, cargados de polifenoles y que tanto nos dicen que, con moderación, son cardiosaludables y tienen tantas propiedades beneficiosas.
Desde luego que cada uno, como adulto, responsable y conocedor de sus límites debe controlar el alcohol que ingiere, pero cuantas veces dejamos de beber el único alimento que marida con cualquier comida, por el simple hecho de que los hábitos de la vida moderna nos impiden disfrutar de él.
Háganme caso y vuelvan a disfrutar del vino, pues nuestra dieta mediterránea nos lo pide a gritos, tenemos variedad y calidad, simplemente elijan y si se equivocan, no pasa nada, no siempre acertamos en todo lo que hacemos, pero seguro que en buena compañía nos sabe mejor.
Javier Prats | @vinosdebobal |Entusiasta de los vinos 3.0 | www.vinovalenciano.net