Orgullo y perjuicio

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Ahora que se está celebrando el día del Orgullo LGTBI, con fiestas y manifestaciones en distintas comunidades autónomas españolas y en todos los países democráticos del mundo, el tema de la bandera arco iris está dando mucho que hablar. Y no es para menos, la confusión está servida.

bandera lgtbiEn instituciones de Castilla y León, Valencia, Baleares y Madrid, por poner un ejemplo, no se ha permitido la instalación de banderas arco iris porque Vox ha pactado con el Partido Popular que no se coloquen. ¿Por qué? ¿A quién ofenden? No sé, no lo entiendo, que me lo expliquen. Si los gobernantes de algunas comunidades tampoco están conformes con la celebración de la fiesta del Orgullo, que no la celebren ellos, pero que permitan a los demás la alegría de ser libres.

En Náquera, tras el veto del Ayuntamiento de colocar la bandera LGTBI en los edificios públicos, las asociaciones LGTBI se han lanzado a la calle para expresar su mosqueo y celebrar el orgullo como les de la gana.

En Madrid, este fin de semana, llega gente de todas partes del mundo para unirse a  la macro fiesta del Orgullo, que ya es una auténtica 'joya de la Corona' del turismo madrileño, con un millón de visitantes y un desembolso económico que no se produce ni en agosto. Dicho sea de paso, gracias a Vox, se ha cambiado el lema y ahora será 'por nuestros derechos, por nuestras vidas'.

Las banderas son un trozo de tela que simbolizan algo, que transmiten un mensaje. La bandera arco iris simboliza la diversidad y el derecho de amar a quien se quiera, sin ser juzgado por ello. En realidad, prohibir su colocación no lleva a nada bueno, todo lo contrario, destila retroceso para la sociedad española en general y  un tufo de rechazo al  colectivo LGTB en particular.

Lo curioso del tema es que la conquista de derechos y libertades no suele ir hacia atrás. Normalmente, el derecho ayuda a avanzar y propicia los cambios hacia adelante. De hecho, nuestro país ha sido un ejemplo en la conquista de libertades individuales. No olvidemos que fue el tercer país del mundo en aprobar la ley de matrimonio homosexual (Ley 13/2005) y sigue siendo, sin duda, el referente en Europa del día del Orgullo LGTBI en este momento.

Nuestra Constitución ha cumplido ya 44 años y la sociedad española tiene interiorizado de forma natural y profunda que nadie, en su sano juicio, tiene autoridad para juzgar a quien se elige amar. Y es por esto, que si no se explica con claridad la razón del rechazo a la presencia de las banderas de colores,  habrá que pensar que el motivo es una sinrazón visceral. Lo malo es que la sinrazones suelen tener consecuencias nefastas, porque no solo  vulneran los derechos humanos, sino que provocan reacciones que se traducen en un conflicto social. Es decir, retroceso brutal y discriminación.

Creo que estas medidas son una forma negativa de hacer política y crea problemas donde no los hay. ¡Cuánto echo de menos a los griegos y su aspiración del bien común como objetivo de la política!

Día del Orgullo LGTBI en TorrentEl orgullo que se celebra esta semana es el orgullo de la diversidad, el derecho a ser feliz como lo entienda cada cual. El perjuicio es la falta de respeto. El rechazo de quienes desprecian lo diferente porque lo viven como amenaza. En verdad ¿ a qué tienen miedo? El orgullo es política. Por mucho que se empeñen en prohibir las banderas, nadie puede impedir que el colectivo LGTBIQ crezca y sea cada vez más fuerte y visible. Es una realidad que no puede esconderse. Que no se detendrá. No es justo vivir en un armario  donde nadie nunca debió esconderse. ¡Afixia!

Visto lo visto, no sólo habrá que salir a la calle a celebrar el orgullo, sino a defender los derechos humanos y libertades ya conquistados.

¿Quién detiene palomas al vuelo?

Lupe Bohorques | Profesora Ética y Derecho Constitucional y escritora |@lupe Bohorques ]

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