Las pintadas aparecidas en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Benimaclet han indignado a vecinos y a fuerzas políticas que han criticado el atentado contra un edificio que tiene más de 500 años de historia que forma parte del patrimonio histórico y arquitectónico de todo el barrio de Benimaclet.
La Asociación de vecinos de Benimaclet en su cuenta de facebook ha afirmado que estas pintadas suponen un atentado contra un edificio histórico "pero también supone un acto de muy mal gusto que atenta a la convivencia de todas las vecinas y vecinos del barrio, al margen de las creencias religiosas de cada cual. Benimaclet siempre ha sido, un barrio abierto a todas las culturas e ideas".
PP afea el silencio municipal a las pintadas
Por su parte, el concejal del PP en el Ayuntamiento de València Alberto Mendoza ha acusado al Gobierno municipal, formado por Compromís, PSPV y València En Comú, de haberlo "obviado" y no haberse pronunciado al respecto.
En un comunicado, Mendoza ha señalado que "la falta de seguridad en la zona es un hecho que ha contribuido de manera determinante a que se produzcan estos actos", y ha asegurado que la falta de agentes policiales "es cada vez más acuciante y el barrio de Benimaclet lo está sufriendo especialmente".
Mendoza vaya más allá al afirmar que "a Ribó y a sus socios de gobierno no les importan estos actos vandálicos provocados por grupos radicales ideológicamente cercanos a ellos ni los que se llevan produciendo en numerosos edificios emblemáticos valencianos, especialmente en el centro histórico".
El concejal del PP se llega a preguntar cuál habría sido la reacción de los dirigentes municipales si los mismos hechos -pintadas en la fachada y el suelo- se hubieran producido "en algunas de sus sedes".