La Confederación Hidrográfica del Júcar presenta el estudio preliminar de conectividad fluvial del nuevo cauce del Turia

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La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha presentado esta mañana el Estudio de conectividad fluvial en el Nuevo Cauce del Turia, un proyecto que pretende dotar al cauce de todas las funciones ecológicas que le fueron propias antes de ser desviado de su curso original con el Plan Sur. La propuesta tiene el objetivo de recuperar un espacio “degradado y marginal” con la inclusión de un curso de aguas bajas con un caudal permanente que permitirá compatibilizar el uso ecológico con el hidráulico.

Cauce antiguo del Túria

De esta manera, se plantea la generación de un nuevo cauce dentro del lecho, un canal de aguas bajas que garantizará un caudal mínimo de agua permanente que permitirá mantener los ecosistemas existentes en los cursos fluviales. Por eso, el estudio preliminar propone, entre otras medidas, la generación de un cauce sinuoso, irregular y con remansos que conectará al río Turia con el mar, permitiendo así el libre paso de las especies y la distribución natural de sedimentos y semillas.

El estudio se ha presentado en la sede de la Delegación del Gobierno en Valencia, en un acto presidido por la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, y en el que han participado el presidente de la CHJ, Miguel Polo, la directora del proyecto y jefa de sección en la Dirección Técnica, Saray Segado, y la técnica del área de gestión medioambiental de Comisaría de Aguas, Tania Silva, quienes se han encargado de explicar los detalles del proyecto y los trabajos de restauración fluvial que ya se están desarrollando en el Nuevo Cauce del Turia y en otros tramos del río.

Miguel Polo ha sido el encargado de presentar las líneas básicas de un estudio que nace de las “ideas y propuestas de diversos colectivos y administraciones”, un proyecto que pretende unir el río Turia con el mar. El presidente de la CHJ ha explicado que “no va a ser un jardín como tal, sino que lo que buscamos es naturalizar este espacio. Por tanto, el proyecto no plantea hacer accesible el Nuevo Cauce del Turia, ni se contempla ni es nuestra competencia”.

En cuanto a la puesta en marcha del proyecto, Polo ha destacado la intención del Organismo de iniciar la licitación de la redacción del estudio constructivo lo antes posible. Asegura que “hablar de plazos sin tener el proyecto redactado es complicado, pero nuestra intención es que pueda estar listo a lo largo del próximo año”.

Por su parte, la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana ha querido subrayar la “apuesta decidida” del Gobierno de España en el impulso de actuaciones dirigidas a recuperar los espacios naturales. Bernabé ha explicado que “debemos seguir ganando espacios verdes en nuestras ciudades. Conocemos las consecuencias del cambio climático y es muy importante que sigamos trabajando, desde todas las administraciones, en políticas que respeten la naturaleza”.

Caudal permanente para un espacio verde de calidad

Entre las actuaciones planteadas para devolver el estado natural del Turia hasta su desembocadura, el estudio preliminar plantea la construcción de un canal de aguas bajas, “un cauce dentro del propio cauce”, que permitirá garantizar el establecimiento de ecosistemas naturales. En este sentido, Segado ha explicado que el azud del Repartiment derivará unos 400 litros por segundo, tal y como establece el Plan Hidrológico del Júcar 2022-2027 para el caudal ecológico del Turia en su tramo final.

Con el objetivo de asegurar y garantizar un caudal permanente, el Organismo plantea la alternativa de trasvasar gran parte del efluente de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Pinedo hasta el azud del Repartiment, parte como caudal ecológico y parte para reutilización. Se podrían verter alrededor de 1.400 litros por segundo extra en el cauce, pero se requiere de una infraestructura capaz de transportar las aguas a través de una conducción de unos seis kilómetros de longitud.

De igual forma, a lo largo del Nuevo Cauce del Turia existen diferentes puntos de vertidos, catalogados y autorizados, sobre los que sería conveniente actuar. Pese a que la calidad de las aguas que llegan al cauce cumplen los niveles para su vertido en espacios naturales, el estudio plantea la opción de instaurar comunidades vegetales y sustratos en estas zonas para que actúen con filtros verdes naturales. “Se conseguirá minimizar la posible llegada de nutrientes o contaminantes y, al mismo tiempo, dotaremos al Nuevo Cauce de islas intermedias y zonas de remanso para la protección, alimentación y cría de los animales”, ha explicado la directora de las obras.

Permeabilización de los azudes

Para devolver la continuidad longitudinal del Turia en su tramo final, que cuenta con alrededor de 12 kilómetros de longitud, la directora del proyecto ha hecho hincapié en la importancia de actuar sobre las barreras artificiales que impiden el remonte de las especies de ictiofauna, el libre paso de la fauna y la dispersión natural de sedimentos y semillas desde el Parque Natural del Turia.

El estudio plantea la intervención sobre el azud del Repartiment y el azud Intermedio, ejecutando una rampa de piedras de flujo ascendente en los laterales de estas infraestructuras. Segado ha indicado que “se logran dos objetivos: aseguraremos el buen funcionamiento hidráulico del conjunto y permitiremos que los peces puedan remontar y la libre circulación de semillas y sedimentos”.

Restauración fluvial y un camino de mantenimiento

Dentro de las medidas previstas para renaturalizar el Nuevo Cauce del Turia, el proyecto incluye actuaciones de restauración fluvial destinadas a eliminar la presencia de especies exóticas invasoras, en su mayoría Arundo Donax, y la posterior plantación de vegetación autóctona de la ribera. Tania Silva ha detallado que “comenzamos con estos trabajos en noviembre del año pasado en la zona del azud del Repartiment y el objetivo es continuar despejando el cauce de cañas hasta llegar a la desembocadura de manera progresiva”.

La eliminación del cañaveral existente sigue la pauta de las actuaciones de restauración puestas en marcha por la Confederación Hidrográfica del Júcar. Primero se realiza un desbroce y triturado de la parte aérea de la planta para después, una vez adecuado el terreno, se procede a la instalación de una cubierta de geotextil de polipropileno que permitirá agotar el rizoma de la caña. Las lonas permanecerán en el terreno al menos 18 meses, el tiempo estimado y necesario para que la planta no vuelva a crecer.

Para garantizar las operaciones de mantenimiento, se ha diseñado un camino de conservación que permita el acceso al cauce de aguas bajas y al cauce interno para llevar a cabo de manera periódica estas tareas. Este vial se habilitará en la margen izquierda y contará con 18 accesos, uno cada 500 metros, que facilitarán la entrada para llevar a cabo diferentes labores de conservación que asegurarán el funcionamiento hidráulico del cauce.

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