Las primeras reacciones ante el anuncio este martes del cambio de ubicación de los disparos de fuegos artificiales previstos para las Fallas 2023, no se han hecho esperar.
El disparo de la Nit del Foc más cara de la historia y de los castillos de fuegos artificiales en la zona situada detrás del Palau de Les Arts -según Carlos Galiana propuesta por los propios pirotécnicos- podría tener unos damnificados insospechados: los animales que viven en las instalaciones de l'Oceanogràfic.
En principio, en l'Oceanogràfic aseguran que han conocido la decisión de escoger esta ubicación para los disparos por los medios de comunicación, de lo que se deduce que nadie les ha consultado sobre su idoneidad.
Es más, el acuario ha advertido que estos disparos podrían suponer un grave riesgo para la salud sobre todo de aves y cetáceos, especialmente sensibles al ruido, a la luz y a la calidad del aire.
L'Oceanogràfic ha resaltado su compromiso con la divulgación, defensa y conservación del medio marino, por lo que sus responsables esperan que en la decisión de las autoridades competentes tengan su peso este tipo de cuestiones, teniendo en cuenta además de que hay muchas especies amenazadas o en peligro de extinción.
