Alejandro Lerner: “Valencia va a disfrutar de un directo muy especial y muy elaborado”

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Hablar de Alejandro Lerner (Buenos Aires, 1957), es acercarse a toda una referencia de la música argentina tanto del rock, como el pop-rock, el jazz, la fusión o la balada. Compositor, músico, letrista y arreglista, Lerner es el creador de un puñado de canciones que gozan de una popularidad que atraviesa fronteras: ‘Volver a empezar’, ‘Todo a pulmón’, ‘Los sueños de ayer’ o ‘Después de ti’, ya forman parte del repertorio de varios intérpretes de fama internacional (Miguel Ríos tiene ‘Todo a pulmón’ en su tracklist de conciertos), que incluyen sus temas en sus trabajos habituales y…, sus colaboraciones y participaciones en gira lo llevaron a  reunirse con pesos pesados de la talla de Carlos Santana o Paul Anka donde dejó constancia de su talento y versatilidad musical.

Lerner llega por primera vez a Valencia para interpretar lo más granado de su repertorio en La Casa de la Mar (Av Blasco Ibáñez 8. Alboraya) el día 26 de marzo a las 20:00 horas. La oportunidad de su presentación, en una de las localidades de L’Horta Nord, nos permite aproximarnos a este importante creador para conocer, más de cerca, su trabajo y el tipo de recital que ofrecerá. Sin duda, la presencia de Lerner es todo un hecho a festejar y celebrar. Su charla, abierta y muy espontánea, nos dice que estamos ante un artista tan próximo y cercano como el sello de sus canciones.

Sus 2 premios ASCAP, como el songwriter más exitoso de las radios latinas de los Estados Unidos, y sus 8 nominaciones a los Grammy Latinos confirman una trayectoria impecable y la dimensión de su carrera musical.

Pregunta: ¿Es la primera vez que actúas en València, verdad?

Alejandro Lerner: Sí, la verdad es que sí. Además, es la primera vez en mi vida que hago una gira por España, ¿podés creer? Voy a estar en Madrid, Málaga, Alicante y València y…, son cuatro ciudades, pero hay dos funciones en Madrid. La verdad es que estoy encantado de tocar en Valencia y que forme parte de la gira. Estoy muy ilusionado por llevar mi música a Valencia.

Lerner: "Acá voy a poder tocar mucho el piano y va a estar muy lindo porque es como rememorar mis comienzos".

P.: Creo que para el público valenciano y quienes conozcan tu trayectoria musical será un placer verte en directo.

A.L.: Y…, ¡imaginate! Para mí, es como volver a empezar, de verdad; porque..., me hace acordar a los pubs de Buenos Aires en los años ’80. Vengo de tocar en lugares grandes con mi banda y…, es un concierto superrockero, funk, fusión…, y cuando puedo desarrollar mi parte musical, que no son únicamente las canciones que la gente conoce, me divierto como loco. Además, acá voy a poder tocar mucho el piano y va a estar muy lindo porque es como rememorar mis comienzos.

P.: ¿Y qué temas van a escuchar los valencianos ante un músico con una trayectoria de más de cuatro décadas a sus espaldas y con discos y temas reconocidos en medio mundo?

A.L.: Mirá, van a escuchar a un pendejo (un muchacho) de más de 60 años que tiene unas ganas enormes de tocar y que se muere como siempre de contento, como cuando tocaba a los 16 años con León Gieco, en los ’70, y después con todo la carga de mi vida profesional y…, con todo este entusiasmo y esta voluntad de hacer cosas por primera vez, a esta altura de la vida. Valencia va a disfrutar de un directo muy especial y muy elaborado. Yo, hace unos 30 años decidí que, después de Latinoamérica, quería ir a Los Ángeles  (EE.UU.). Ahí me establecí y…, fue en Los Ángeles donde tuve un empujón muy, muy grande donde conocí a Carlos Santana, Gino Vannelli, Céline Dion, Tom Jones, Barry Gibb y…, empecé a trabajar para Disney. Me empezaban a pasar esas cosas que te pasan si te movés; si te quedás en tu casa eso no va a pasar. Antes tuve la oportunidad de trabajar con Armando Manzanero, compusé para Luis Miguel… Llegué a Los Ángeles a vivir 6 años a un hotel con una tarjetita que decía ‘Alejandro Lerner songwriter’ y…, me empezó a pasar lo que le pasa a los compositores, trabajé para Disney, tengo canciones a dúo con Carole King y…

P.: … Te relacionaste con gente muy importante del mundo de la música en aquel momento.

A.L.: Y…, eso era lo que yo quería. Algunas me sorprendieron, otras las fui a buscar como…, David Foster, uno de los productores de pop más importantes de la década de los ’80 y ‘90 y…, al final lo conocí y terminé grabando con él y trabajando con él y componiendo con él…, después Humberto Gatica, que es un gran ingeniero de sonido y productor del tema ‘We are the world’, me pidió que lo acompañara en un proyecto que se llamaba ‘Paul Anka and friends’ y era componer todas las letras de Paul Anka al español y entonces apareció Céline Dion, Barry Gibb y…, después Paul Anka me pidió que yo también cante y…, bueno, me terminaron pasando cosas increíbles en aquel momento. Después le llega una composición mía a Carlos Santana y me llama y me dice que quiere conocerme y ahí me dice “Alejandro quiero llevarte conmigo a una gira por Estados Unidos” y así empezamos y luego fuimos por Centroamérica y tocamos en Argentina. Hoy, 20 años después, sigo trabajando y colaborando con él como buenos amigos. Te puedo decir que sigo trabajando y colaborando con muchísimos artistas internacionales con la misma alegría que hace 20 o 30 años.

Cartel del evento.

P.: Eso significa que el público de aquí se va a encontrar con un músico y cantante que trae toda esa experiencia y toda esa música que llevas a cuestas, ¿sí?

A.L.: ¡Claro! Sí, sí. Con un artista que ha compuesto ‘Todo a pulmón’ y que, quizás, muchos españoles la conocen a través de mi amigo Miguel Ríos pero nunca escucharon al autor, ¿no? Una sola vez me junté con Miguel en Zaragoza, que me invitó a un estadio en el que cantaba y toqué con él, y allí en esa gira mi hija aprendió a caminar. Bueno…, me llegó el momento, estoy con ganas, estoy con mucha energía, vengo de Israel y tengo que dar 2 conciertos ahí en Tel Aviv y…, voy a ahí con un guitarrista  histórico del rock argentino como Gringui Herrera, que es un maestro y es mi compañero de ruta desde hace 20 años y…, él y yo, con la ayuda de algunas computadoras y mucha tracción a sangre vamos a presentar nuestro concierto en Valencia.

P.: Desde tus inicios hasta ahora conociste muchos cambios en la industria musical, ¿crees que las plataformas musicales son los nuevos canales para llegar a una mayor audiencia o, sigue siendo el directo lo que le da vida al músico y expande su trabajo?

A.L.: Son caminos distintos. Pensá que los cambios son muy profundos. Yo crecí en época de dictadura. Entonces era un adolescente y lleva el pelo largo, me llevaban por averiguación de antecedentes…, y esas cosas. En los ’80, después de haber pasado casi 10 años como músico, acompañando cantantes comerciales, haciendo música de películas, tocando con distintas bandas de rock, ya abrí mi camino. A finales de los ’70 y principios de los ’80 se tocaba en los pubs, no había conciertos, no había festivales. Los artistas empezábamos en un pub. Yo empecé a acompañando a Sandra Mihanovich, fui su pianista durante 2 años y eso para mí fue un empujón enorme porque, siempre digo que queda lindo escuchar mis canciones bien cantadas, ¿viste?; entonces Sandra le dio un empujón a mi repertorio porque de su disco, 10 de sus canciones 5 eran mías y las 5 terminaron siendo exitosas. La quiera como a una hermana. Después salí con mi banda La Magia, que eran todos chicos que conocí en ese momento, porque todos los amigos con lo que yo tocaba fusión o jazz habíamos decidido irnos a vivir a Nueva York y yo me quedé y formé La Magia y fue todo un éxito y, en esa época toda la carrera se hacía desde abajo hacia arriba. Después podía sonar en la radio, después venía una disquera (una compañía), vos no podías sacar un disco si no había una disquera. Hoy los chicos. De alguna manera, tienen la posibilidad, lo cual no es una seguridad, de la globalidad y de la viralidad. Vos no necesitas una disquera, vos querés subir a Spotify tus canciones y las podés subir, lo que pasa es que tenés que convivir con 100.000 canciones diarias de gente que sube canciones. Entoncés qué pasa, sos un pescadito en un océano lleno de canciones y tenés que tener la voluntad y la fuerza y la constancia para que, en algún momento, una de esas canciones te de una oportunidad. Pero como bien decís, la carrera se hace arriba de un escenario. Vos podés tener una canción producida, afinada, con toda la tecnología que hoy tiene cualquiera en su computadora pero…, para que se crea una vibración entre el artista y el público tiene que haber un romance  que se confirma en vivo y en directo.

P.: A tenor de toda esta evolución, ¿crees que las nuevas generaciones reconocen lo que dejó la música de los ’70 y ’80 a nivel creativo dentro del rock y del pop rock en castellano? ¿Está presente ese legado de gente como Spinetta, Charly García, Fito Paéz, León Gieco y vos mismo con varios de tus temas?

A.L.: Sí que está, sí, por supuesto. Te digo más, se nota que está presente. Ahora bien, hay de todo. Está el que se encuentra a sus 20 años con The Beatles y se le vuela la cabeza o está el pibe que creció con el rap o con el hip hop. Creo que hay una gran cantidad de pibes que no solo quieren cantar sino que quieren ser buenos músicos y van a buscar atrás, a la época en que crecimos nosotros, y se encuentran a Pink Floyd, Deep Purple, Genesis… Por ejemplo, Beatles para mi es una religión no es un grupo más del pasado. Hay mucha gente que escucha a Steven Wonder, Elton John, Clapton… y dice “¡guau, esta es la piedra fundamental!” Por más que tengan referentes de ahora la referencia de atrás es incuestionable. No cabe duda que en esa época, los ’70 y los ’80, quizás un poco de los ’90 que trajo el pop electrónico, había mucho, mucho talento y queda muy clara, muy clara, la fuente a la que hay que ir a beber. Yo veo chicos que tienen las referencias concretas para crecer como músicos, y creo que el legado que se dejó en castellano es muy potente como para seguir por ese camino.

P.: ¿Ves afluencia de público joven en tus conciertos? ¿Hay un público joven estimulado por una herencia del rock y pop rock en castellano?

A.L.: Sí. Mirá, el otro día toqué con el grupo A.N.I.M.A.L., una banda de Heavy Metal, y soy amigo de Andrés Giménez (líder del grupo) y toqué el piano con ellos y…, casi me saco sangre de los dedos para competir con ese volumen, y la pasé muy bien y…, yo lo que creo es en los encuentros, en juntarse. Soy una persona que cuando mira para atrás, se siente feliz de haber participado y de haber colaborado con muchas propuestas musicales distintas. He tenido encuentros con Astor Piazzolla, Mercedes Sosa, gente del jazz, fui amigo de Cacho Castaña…, siempre fui una persona muy abierta y creo que la gente joven, los que empiezan o vienen a un concierto saben valorar todo eso. Creo que la palabra es respeto. Lo importante es que te respeten, luego si gusta o no gusta es otra cosa. No los podés obligar a que guste lo que vos hacés. En el fondo creo que se valora lo que uno hace y los jóvenes lo ven en el escenario. La verdad, es que en mis conciertos veo gente de todas las edades y me gusta ver esa mezcla de generaciones.

P.: Sin duda, tanto tus discos como tus directos dejan ver una mixtura importante y se nota que no renuncias a ser poroso en las influencias, y en la recepción de otras corrientes musicales.

A.L.: Y…, sí. Entiendo la música de esa manera. Pensá que yo he tocado con Pappo, Juanes, y me fui de gira con Armando Manzanero tocando a 2 pianos por toda Latinoamérica y…, yo siempre digo que las dos personas mas rockeras que he conocido fueron Mercedes Sosa y Armando Manzanero y…, ¿eso por qué? Porque eran personas abiertas, que apreciaban la mixtura y la riqueza de ampliar la música que hacían. No hay mucha gente que tenga esa altura. La Negra Sosa invitaba a Charly García, a León Gieco, a Víctor Heredia… A mí me llamaba y me decía “venite a casa que miramos unos temas y le digo a María que prepare unas empanadas”, eso no tiene precio y te habla de gente con una gran capacidad de colaboración. Siempre fui muy abierto y poco prejuicioso. Yo vengo de un rock que estuvo muy perseguido y también ese rock tuvo muchos prejuicios, se peleaban los Redondos con los de Sosa Stereo y…, yo nunca tuve ese problema para nada, ¿y por qué? Porque de chico fui muy laburador (trabajador), y todo me gustaba, me entusiasmaba. En la música lo mismo, me decían de ir a tocar a un baile, de colaborar con alguien, de tocar en una fiesta y…, yo todo decía que sí.

P.: En realidad, dentro del rock y del pop rock argentino, y a nivel internacional también, hay bastante colaboración e intercambio. Desde hace años se ve una linda comunión entre grupos y artistas y eso es bueno. Quizás también porque se procede de una generación que tras la dictadura tuvo que abrirse camino, crear su estilo y…, hoy son referencia.

A.L.: Ahora sí, la verdad es que ahora sí se ve más colaboración. Somos, en lo que respecta a mí, la tercera generación de rock y venimos de ahí. La primera fue Lito Nebbia con Los Gatos, estaba Morris también Oscar Moro, que fue pianista del disco ‘Todo a pulmón’, y…, después vino Charly García que ya fue toda una referencia para todos y…, finales de los ’70 y principios de los ’80, yo ya estaba ahí empezando y participando. Imaginate, un día tocaba con La Magia, otro día tocaba con Miguel Cantilo, otro con Piero o María Rosa Yorio y…, mi piano estaba ahí y…, creo que eso se debe a la colaboración por las circunstancias. Esa tercera generación se hizo un poco más porosa que la anterior pero…, yo veo ahora un intercambio mucho más fluido. Vos pensá que por aquellos años rompimos algunos prejuicios y conocimos la llegada de la democracia y nos permitió divertirnos y expresar nuestra música. Ahora es mucho más fácil y posible colaborar. Uno debe ser fiel a su profesionalidad y a lo que expresa. Cuando se toca arriba del escenario hay que darlo todo. La dignidad no se piensa.

Lerner en uno de sus conciertos del año 2022.

P.: En términos generales, tanto los grupos como los músicos argentinos son bastantes desconocidos en España. Fito Páez o Andrés Calamaro son los más reconocidos por el público pero, pese a la calidad de sus trabajos, gente como Víctor Heredia, León Gieco, o bandas como Ciro y los Persas no terminaron de encontrar el apoyo de un público que les permita venir más veces, ¿crees que hay un desequilibrio en la balanza respecto a los creadores de allá?

A.L.: Lo que nosotros llamamos el ‘crossover’ (cruce, en español), es difícil. Nosotros estamos muy lejos. Por otro lado, la parte comercial, en pesos, es muy pobre; entonces…, las compañías discográficas no tienen guita (dinero) para poner en Europa, Estados Unidos o…, en México. Los que sobrevivimos a eso, somos lo que hacemos el trabajo de forma personal. Para nosotros, que venga Joan Manuel Serrat o Sabina y llene un estadio de fútbol es algo natural y…, eso es el marketing del rock, y de la gente potente, que tiene un glamour del carajo. Ninguno de nosotros, salvo Andrés Calamaro que probó vivir en España e hizo carrera con Los Rodríguez, tuvo la posibilidad y la potencia de entrar como los que vienen de afuera. Argentina es un país muy receptivo para lo que viene de afuera y valora lo nuestro pero…, sobre todo lo valora cuando pegó si pegó un poquito más afuera, ¿no? Para muchos de nosotros tenemos que seguir haciendo las cosas todo a puro pulmón, de verdad.

P.: Alejandro, mil gracias por atendernos. Te deseamos todo el éxito del mundo en tu concierto de Valencia y…, esperamos verte más seguido por acá.

A.L.: Gracias y nos vemos ahí, en Valencia. Vamos a realizar un gran concierto, muy grosso (muy potente), y será una alegría tocar allí para los valencianos. Un abrazo para todos.

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