En el Pleno de la Diputación de Valencia vamos a debatir una moción del PP sobre la prisión permanente revisable. Ciudadanos (Cs) tiene muy clara la posición al respecto: queremos garantizar el cumplimiento íntegro de las penas en crímenes de especial gravedad como los asesinatos de menores y personas con discapacidad, o cuando concurran delitos sexuales.
Como esta, en el Pleno se debaten mociones de distinta índole sobre las que la Diputación no tiene competencia en detrimento de otros asuntos importantes para la provincia. Esta Institución está para ayudar a los municipios, para trabajar con ellos con el objetivo de enriquecerlos y mejorar la vida de todos los ciudadanos.
Del mismo modo, muchos plenos municipales tratan a menudo cuestiones sobre los que no tienen competencia. A mí esto me parece un doble engaño.
Por un lado, es una dejación de funciones, pues se dedica el tiempo a problemas sobre las que no podemos actuar dejando de lado los que sí afectan directamente a los vecinos.
Por otro lado, se malgastan los recursos públicos en asuntos que no llevan a ningún sitio. No olvidemos que el trabajo de redacción de la moción, de su defensa en el debate y del resto de medios que se utilizan en el mismo, desde la luz hasta el tiempo de los diputados, cuesta dinero.
Para optimizar recursos y ser honestos con los ciudadanos, los grupos políticos deberíamos ajustar nuestras propuestas a las competencias que tenemos. Las diferentes administraciones están concebidas para ocuparse de sus asuntos propios. Si solapamos los debates, estamos malgastando recursos ¡Es de Perogrullo!
Cuando he pensado en escribir sobre esto, me ha venido a la cabeza la frase “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Su interpretación es conocida, que cada uno se ocupe de lo que le compete. Precisamente, eso es lo que quiero defender en esta tribuna: que cada uno que se centre en las tareas que tiene asignadas. Cs en la Diputación está trabajando en esa línea.
Separemos y optimicemos para avanzar. La discusión política siempre es enriquecedora, pero sepamos en qué espacios podemos debatir unos temas u otros. Los Plenos no son tertulias de los medios de comunicación en los que se puede tratar cualquier cuestión. A cada Pleno le corresponde proponer, debatir y aprobar unas materias. Respetémoslo.
