Cada día un animal de compañía saca el bono EMT Mascota desde que se puso en marcha el 25 de noviembre de 2019. En total, son 1.185, mayoritariamente perros y gatos, los que disfrutan de este título. El carné tiene un precio bianual de cinco euros y para obtenerlo se deben cumplir tres requisitos: pesar hasta 15 kilos, llevar un chip identificativo, e ir dentro de un transportín de una medida máxima de 45x35x25 centímetros.
Los animales domésticos no pagan billete, pero sí que tienen que estar en posesión del carné EMT Mascota, que se debe validar al subir al bus. Este título es personal e intransferible, es válido durante dos años y no tiene límite de viajes. Las personas interesadas pueden conseguirlo en las oficinas de atención a la ciudadanía de la empresa de transportes. Además de pagar cinco euros por la tarjeta recargable, se tienen que presentar varios documentos: el formulario de solicitud, la cartilla veterinaria que acredite que el animal se encuentra en perfecto estado y con todas las vacunas obligatorias, y una foto carné de la mascota.
El concejal de Movilidad Sostenible y presidente de la EMT, Giuseppe Grezzi, ha destacado “la buena acogida de este servicio, que facilita la movilidad sostenible a las familias y responde a las reclamaciones de los propietarios y propietarias de mascotas, que siempre han reivindicado el derecho a poder acceder a los autobuses con su gato o perro sin que esto suponga un peligro o molestia para el resto de usuarios y usuarias”.
Condiciones para viajar
Además de estar en posesión del carné acreditativo, la mascota debe encontrarse en perfectas condiciones higienicosanitarias. El propietario o propietaria tiene que responsabilizarse en todo momento del animal y lo debe colocar dentro de un transportín que no exceda los 45x35x25 centímetros. La jaula tiene que estar en todo momento cerrada encima del regazo o en los pies.
Siempre que el espacio del bus lo permita, podrán acceder un máximo de tres animales de compañía por vehículo. Los usuarios con mascota tendrán que subir por la puerta delantera.
Tanto el personal encargado de la inspección como de la conducción son quienes tienen la potestad de impedir el acceso o pedir bajarse del autobús cuando afecte a la seguridad o la salud de los viajeros. Los animales exóticos, venenosos o potencialmente peligrosos no pueden entrar en ningún caso.
Si algún pasajero o pasajera sintiera incomodidad por la mascota, siempre prevalecerá el humano. Por eso, se deberá cambiar de ubicación en el autobús para no ocasionar molestias. Si durante el trayecto sucediera algún incidente, el amo del animal es responsable y debe asumir las consecuencias.
Los perros guía pueden pasar al bus con la correspondiente cartilla identificativa y están exentos de la obligación de disponer del bono EMT Mascota. Hay un límite de dos perros guía por autobús, aunque este número puede ampliar en función de situaciones y necesidades. Igualmente, las personas que deban viajar con un animal terapéutico, pueden solicitar formar parte de este programa.