Reclaman el regreso de los voluntarios en una concentración frente al Refugio Municipal de Paterna

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Durante el día de ayer, alrededor de las siete, se llevó a cabo una concentración con el propósito de exigir que la gestión actual del refugio municipal de animales de Paterna, a cargo de la empresa municipal GESPA, vuelva a permitir las actividades de voluntariado que fueron suspendidas desde diciembre de 2021. Durante la concentración, se plantearon diversas reivindicaciones relacionadas con la gestión del refugio, donde los asistentes demandaron una administración ética y transparente, que promueva adopciones y fomente actividades sociales.

El conflicto entre la gestión actual y el voluntariado se remonta al 2020, cuando comenzaron las quejas debido a las restricciones impuestas a las actividades de los voluntarios, así como a algunas decisiones tomadas por los responsables en relación con las condiciones de vida de los animales. Estas discrepancias alcanzaron su punto álgido en diciembre de 2021, cuando la empresa Gespa canceló por completo la actividad de voluntariado y restringió el acceso al refugio a cualquier persona sin cita previa, medida que aún continúa vigente en la actualidad. Desde entonces, el antiguo grupo de voluntarios, en colaboración con asociaciones defensoras de los animales, ha denunciado públicamente la falta de transparencia y compromiso de los gestores hacia el bienestar de los animales. Hace unos días, la asociación de voluntarios animalistas Vínculo Animal hizo una denuncia pública señalando que el refugio incumple la nueva ley valenciana de bienestar animal, aprobada el 13 de marzo de 2023, que establece la obligatoriedad de contar con programas de voluntariado en los refugios.

A la concentración asistieron antiguos voluntarios del refugio, así como vecinos de Paterna, asociaciones animalistas locales y regionales. Durante el evento, se llevó a cabo un breve debate en el que los voluntarios expresaron sus demandas. "Más del 50% de las adopciones provenían del voluntariado y de las puertas abiertas. Un refugio cerrado en el que no hay voluntariado, no hay visitantes y no hay movimiento... los perros están condenados allí", afirmó Mara, visiblemente emocionada, ante el resto de los concentrados.

Por su parte, los representantes políticos se comprometieron a cambiar la situación y promover una gestión del refugio abierta al público, donde prime la transparencia y se restauren no solo las actividades de voluntariado, sino también las actividades sociales que estos llevaban a cabo, como charlas en colegios y visitas a residencias de ancianos, entre otras.

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