Termina un año y empieza otro. Siempre estos días, son momento de hacer balance, de lo bueno y de lo malo del año que termina. Pero también de los objetivos y deseos para el próximo año que entra.
Del 2023 he aprendido que no es lo mismo ser que estar. Uno puede ser, pero lo importante es estar, y saber estar en los momentos difíciles. He descubierto que no me gustan los que de manera oportunista se pasan al enemigo, escapando de la derrota, y llevándose consigo los secretos y medios, de su anterior ejército, en un acto de traición.
Si uno cae se levanta.
He visto como los principios, valores y ética no van de la mano en política. No ha sido una inocentada, ya hoy en Navarra gobiernan los que legitimaban el tiro en la nuca, aunque sus socios de gobierno, los “sanchistas” navarros, los blanqueen como progresistas.
El 2023 nos ha enseñado que Pedro Sánchez ha llegado a su “tierra firme” amordazando a la socialdemocracia que no piensa como él y que todo vale por estar en el poder, y da igual el cómo, con quién y a cambio de qué.
He aprendido que frente al sanchismo, la coalición PP-VOX no ha funcionado. Tristemente en los parlamentos últimamente aflora la testosterona, los discursos se vuelven agresivos, vacíos de soluciones y los debates se trasladan de manera banal a las redes sociales. El “y tú más” es el hilo conductor de las intervenciones públicas.
Yo soy persona que cree que otra España es posible, la España que madruga, la España que investiga, la España que innova, la España que genera empleo, la España que ilusiona, la España que atrae turismo, la España que transforma, la España que accede a la vivienda, la España que paga impuestos, la España que lidera en rankings de educación y calidad asistencial, la España que recorta en gasto político. Una España que necesita grandes pactos, grandes reformas y no minorías que chantajean al bipartidismo, ni de quien cede a ellas porque ”lo primero es permanecer en el poder cueste lo que cueste”..
Otra España es posible, liderando con sentido común. Es tiempo de grandes mayorías, no de sometimiento a las dictaduras de nacionalismos, comunismos y populismos. Es tiempo de moderación, lejos de las trincheras y muros que el sanchismo nos quiere imponer y que la oposición cae en la trampa.
Al 2024 le pido decisiones con mirada de futuro, de mirar por España y no de los intereses partidistas y egos. Simplemente con generosidad de la clase política avanzaríamos hacia esa España Posible.
Al 2024 le pido un rumbo diferente de la política donde se escuche más a la sociedad civil, y que entre todos seamos capaces de aunar la fuerza de los constitucionalistas y se pare esa insaciable locura de romper España, territorial y económicamente.
Y como jurista no me cansare de hacer todo lo posible para que dejen en paz a la justicia, aparten las zarpas políticas de ella y así respeten la independencia del poder judicial. Feliz 2024.
[ Mamen Peris | Presidenta de Ciudadanos en la Comunitat Valenciana | @mamen_peris ]
Cierto Mamen, otra manera de hacer política es posible, con un enfoque más centrado en la realidad social, en el día a día de los ciudadanos, en lo que nos preocupa y ocupa.
Ese Centro politico tan denostado interesadamente por muchos, es hoy, si cabe, más necesario que nunca.