Algunas infraestructuras deben ser inmunes

21 lecturas

La pandemia que estamos viviendo ha destapado carencias y debilidades; pero también ha puesto en valor fortalezas y nuevos retos.

El reto tecnológico, el primero. De repente, se han incorporado a nuestras vidas palabras como videoconferencia o videollamada, y hemos descargado algunas plataformas que se han convertido en nuestras herramientas de trabajo. La tecnología ha revolucionado nuestro día a día.

Además, hemos cambiado nuestro concepto de héroe. Hemos dotado de un valor y una admiración incalculable a profesionales que antes pasaban desapercibidos: sanitarios, agricultores, transportistas, cuerpos y fuerzas de seguridad…Han salvado vidas y nos han garantizado un mejor confinamiento.

Pasado lo peor de la crisis sanitaria, ahora es momento de centrarnos en la reactivación de la economía. Hemos visto, por ejemplo, como el textil valenciano se ha reinventado, primero haciendo mascarillas y después fabricándolas para ser reutilizables. Los valencianos somos capaces de eso y mucho más.

Sin embargo, ¿qué hará la administración pública? No me cansaré de insistir, es la primera que debe dar ejemplo, pero no lo hace. Debe reducir su gasto y dimensión, y apostar por dar un servicio público eficaz y eficiente. Sobra mucha “grasa pública” y falta fortalecer el músculo de la administración. Es imprescindible centrar esfuerzos en la sanidad, la educación, el turismo, el tejido empresarial y también en las infraestructuras.

En este sentido, infraestructuras como el Corredor Mediterráneo y el puerto de Valencia, son claves como motor económico. ¿Cómo les va a afectar el virus? En mi opinión, deben ser inmunes. Por eso, cuando en plena pandemia, con cifras escalofriantes de desempleo, escucho a las formaciones políticas que siguen cuestionando la ampliación del puerto de Valencia, que realizan declaraciones públicas en contra y ponen palos en las ruedas del proyecto, me permitirán que les diga: no les entiendo. ¿Debe ser ideología? Sí, eso es lo primero para ellos, cumplir con los suyo y con su programa electoral. Entonces, ¿dónde queda el interés general? Está claro que no forma parte del criterio que guía sus decisiones.

No obstante, ahora más que nunca, la Comunidad Valenciana necesita que Europa confíe en ella y apueste por acelerar la inversión del Arco Mediterráneo.

Por lo tanto, seamos capaces de apostar por un puerto urbano, pero también generador de empleo; un puerto sostenible y con crecimiento económico a la vez. Algunos no saben compaginar ambos conceptos. Espabilen Sres. del Botànic, no se cieguen por su ideología y piensen que los valencianos no podemos quedarnos a la cola.  Sostenibilidad y crecimiento pueden darse la mano. Le pese a quien le pese.

[ Mamen Peris | Abogada y política | Diputada Cs Corts Valencianes | @mamen_peris ]

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí