Tener un balcón es una ventaja porque nos permite estar al aire libre sin la necesidad de salir de casa, disfrutar del sol en un espacio privado en el que nadie nos molesta.
El problema viene porque, en muchas ocasiones, la privacidad brilla por su ausencia. Nos están viendo los vecinos, las personas que pasan por la calle, los del edificio de enfrente, etc., algo que se puede solucionar con las mallas de ocultación.
¿Qué es una malla de ocultación?
Por norma general, una terraza o balcón tiene una barandilla que da al exterior y que puede ser más o menos alta. En el caso de un adulto, suele superar la altura de la cintura si estamos de pie y quedar al nivel de la cabeza si permanecemos sentados.
Ahí es donde se puede colocar este tipo de mallas, de modo que tapan la zona y nos aportan una mayor privacidad, en especial cuando estamos sentados o tumbados en una hamaca tomando el sol.
¿Cuáles son las mejores mallas para tapar una terraza?
En el mercado tenemos varios tipos de vallas, con diferentes materiales, densidades y que también pueden servir a la hora de decorar, como ocurre con las mallas de cañizo o brezo.
Mallas de plástico
La malla de plástico (el material específico suele ser el polietileno), es una de las mejores a la hora de ocultar una terraza, tanto por su precio, por la facilidad con la que se instala y la cantidad de tipos que existen.
Se puede adquirir de varios colores, como el clásico verde, el marrón, diversos tonos de gris y negro, etc. Además, podemos escoger la densidad.
Esta densidad se mide en gramos por metro cuadrado y por poner algunos ejemplos, hay densidades de 160 gramos, 120, 90 o 70. Cuanto mayor sea el gramaje, más privacidad nos va a dar, pero a cambio de que pase menos luz.
No tienen mantenimiento y traen tratamientos contra los rayos del sol, así que este tipo de malla suele durar bastantes años.
Mallas de materiales naturales
Otra de las opciones es optar por una valla de material natural, como el clásico cañizo, la corteza de pino, el bambú o el mimbre.
Son más atractivas que las anteriores, ya que dan un aspecto más rústico o natural a la terraza que irá mejor en determinados ambientes, o para aquellas personas que dan valor a las materias primas que no son artificiales.
Duran mucho, pues son materiales muy resistentes, se instalan de manera sencilla al venir sujetos de forma que tienen bastante flexibilidad y dan una enorme privacidad, pues es imposible ver nada a través de sus cañas o cortezas.
Las terrazas tienen muchas ventajas, pero un problema: la falta de privacidad. Eso se soluciona gracias a las mallas de ocultación, que pueden ser de plástico o de materiales naturales como el cañizo. Ambas tienen sus ventajas e inconvenientes, que hay que valorar antes de optar por una o por otra, aunque lo cierto es que los dos tipos hacen muy bien su cometido.
