Ni 100 días ha durado la cortesía entre los partidos políticos en la Diputación de Valencia. El orden del día no invitaba a pensar que el pleno de la Diputación -el primero de la legislatura- se fuese a encender a fuego lento. También es verdad que la presentación de una moción sobre la violencia machista era caldo de cultivo propicio para acabar con los 100 días de cortesía en un suspiro.
Solo habían 2. Una presentada por el PSPV sobre violencia de género. Otra presentada por el PP contra la ley de amnistía. Cada uno de ellas duró más que todo el pleno en sí.
En la moción del PSPV pedía un incremento de, al menos, el 25%, en las líneas destinadas a los programas provinciales de igualdad, una pancarta propia de la Diputación contra el machismo y más visibilización de la protesta para su concienciación. También se instaba al Consell a que se aumente el presupuesto hasta los 13 millones de l’Institut de les Dones para 2024 y garantizar el funcionamiento de la Red de la Generalitat de Asistencia a las Víctimas del Delito.
Un tema. Dos mociones
La moción planteada por el portavoz socialista, Carlos Fernández Bielsa, se encontró con una enmienda a la totalidad por parte del equipo de Gobierno que decidió presentar una moción por su parte. Un tema. Dos mociones.
La moción del PP, Ens Uneix y Vox hablaba de rechazo absoluto de la corporación a la violencia ejercida contra las mujeres. El texto de la enmienda recogía expresamente que al inicio de cada pleno se guardará un minuto de silencio por cada una de las víctimas de violencia contra las mujeres a manos de sus parejas o ex parejas en las comarcas valencianas, al tiempo que desde Presidencia se enviará un escrito a los ayuntamientos donde residan las víctimas o a sus familiares directos para hacer extensivas las muestras de condolencias de la institución y sus representantes.
El portavoz socialista, Carlos Fernández Bielsa, ha asegurado que la violencia machista "existe y mata" y ha lamentado que la mayoría gobernante "blanquee la lucha contra la violencia machista por exigencias de la ultraderecha y se olviden de las víctimas y de todos los colectivos que luchan día a día contra la violencia de género. No es violencia contra las mujeres, es violencia machista porque es el machismo el que mata y las instituciones tenemos que liderar junto a la sociedad el esfuerzo para acabar con esta lacra inasumible”.
En la misma línea se manifestó la portavoz de Compromís, Dolors Gimeno, que afirmó que la Diputación no puede dejar de ser el parapeto contra la violencia machista tras lo sucedido en la Generalitat"; lamentó el posicionamiento de Vox "por no esconder la violencia machista y llevarla en sus propias listas electorales" y recordó al PP y a Ens Uneix que "el machismo mata".
El portavoz de Vox en la Diputación, Sergio Pastor, ha explicado que "las pancartas no salvan personas y las políticas de izquierdas tampoco han permitido rebajar la cifra de mujeres fallecidas a manos de sus parejas o exparejas. No creemos que nadie deje de agredir a una persona por muchas pancartas que pongamos. ¿Por qué no nos dejan ahora llevar a cabo nuestra política contra la violencia hacia las mujeres?".
Natalia Enguix, que ejerció de portavoz del equipo de gobierno, ha manifestado que “la política de postureo y pancarta no salva vidas, pero sí que puede ayudar a hacerlo la eficacia en la gestión de los recursos destinados por las administraciones públicas a combatir la violencia contra las mujeres”.
Enguix ha afirmado que “en cuatro años se ha dejado de invertir más de un millón de euros en políticas de Igualdad, un dinero que formaba parte de un presupuesto que no se incrementó en toda la legislatura, con un nivel de ejecución muy bajo y que ahora vamos a optimizar para ser eficaces y que los recursos lleguen a los ayuntamientos”.
El voto de calidad de Mompó decide
Una vez presentadas las dos mociones y al no llegar a un acuerdo, se votó las dos mociones. La moción presentada por el PSPV solo contó con el apoyo de socialistas y de Compromís y el voto en contra de PP, Vox y Ens Uneix. La segunda moción contó con el apoyo de PP, Vox y Ens Uneix y el voto en contra del PSPV y Compromís. La mayoría del nuevo equipo de Gobierno acabó tumbando la moción del PSPV y aprobando la presentada por el equipo de gobierno.
