La compañía El Espejo Negro llegó al teatro Talía con su trabajo ‘Espejismo’, una obra compleja, irreverente y crítica. Bajo dirección de Ángel Calvete y guion de Angélica Gómez y el propio Calvete, el público asistente atraviesa el cristal de un profundo Espejo Negro que pone al descubierto las miserias sociales y personales.
Un extravagante y andrógino personaje salido de las tinieblas de un fascinante espejo de luces, ayudado por tres marionetistas, nos sumerge en un mundo paralelo desde el otro lado del cristal. Este es un espejo que deforma lo que ve, o mejor dicho da forma a lo que vemos y somos, para mostrarnos, sin pudor, nuestros pecados y bajezas.
Música, luz, oscuridad, objetos, marionetas y actores salen y entran del espejo, un espejo que les atrapará para devorarlos enteritos, como un gran agujero negro.
Hay que reconocer el excelente trabajo físico y de manipulación de las marionetas que ejerce el trío protagonista de la obra. La herencia del Teatro Negro de Praga recorre la médula espinal de este espectáculo que, ante un tibio arranque, gana a medida que avanza en espectacularidad y humor negro y bizarro.
Sin duda, ‘Espejismo’ se trata de una nueva propuesta teatral que no dejará indiferente a nadie y que, teniendo en cuenta su hilo argumental, cada sketch deja al desnudo la imagen distorsionada de una sociedad que oculta sus aristas oscuras.
Se agradece la audacia de Ángel Calvete por su larga trayectoria en el mundo de las marionetas y su teatro a contracorriente. Hasta el domingo cada uno se puede ver reflejado en este espejismo que tiene mucha pinta de imagen real
