Una vez finalizadas las obras de reurbanización de la explanada de la Ermita y la plaza Ausiàs March, ya está en marcha la tercera y última fase del proyecto 'Intervenció Urbana per a la remodelació de la plaça l’Ermita i plaça Ausiàs March i el seu entorn'. Una actuación que con este remate pretende hacer de Picassent un municipio más accesible para las personas aportando una unidad paisajística en el corazón del municipio.
Está previsto que la obra dure hasta el próximo verano. Irá ejecutándose por fases y en todo momento se contará con la señalización adecuada para indicar a los vecinos la correspondiente regulación del tráfico. El objetivo es mejorar las condiciones del pavimento de las calles, así como también las condiciones de señalización vial, además de la renovación de la red de agua potable y otras instalaciones.
Las obras se han iniciado partiendo desde la calle Morella en dirección a la plaza del Ayuntamiento, con la instalación de un colector aguas pluviales con el fin de evitar la acumulación de agua en toda la zona en caso de fuertes lluvias.
Asimismo, se tiene prevista la instalación de una nueva tubería de agua potable. Además, podrán diferenciarse dos zonas de actuación: una primera fase que va desde la esquina de la calle Jaume I con calle Morella hasta la zona de la fuente de la Ermita, para continuar posteriormente desde este punto hasta la esquina con la calle Mig.
Poco a poco los alrededores de la Ermita irán transformándose en una zona donde el peatón gane espacio, pero al mismo tiempo teniendo en consideración una adecuada regulación del tráfico y previsión de plazas de aparcamiento. De este modo, la actual carretera será de un único sentido: de subida, partiendo desde la entrada del puente en sentido hacia la estación del tren.
De esta manera, se podrá contar con una aceras más anchas que comportaran una mayor seguridad y accesibilidad, pasando de las actuales que son en su mayoría de 1,50 metros de anchura, a 4,50 metros, e incluso llegando a 9,74 metros en una de les zonas de la calle Calvari.
También se dispondrá de mobiliario urbano: nuevas luminarias y bancos de hormigón blanco en consonancia con los ya instalados en la Ermita, que al mismo tiempo servirán de contención a las jardineras. Además, se contará con la distribución de papeleras y zonas ajardinadas, teniendo en cuenta la presencia de alcorques que albergarán varias decenas de árboles.
Por lo que se refiere a zonas de aparcamiento, están previstas alrededor de unas 30 plazas, entre la parte alta de la calle Calvari y la parte baja de la Ermita, además de la instalación de 12 aparcabicis. La alcaldesa de Picassent, Conxa García, ha destacado “la importancia de de esta obra que viene a completar la renovación del centro neurálgico y social de la localidad, y así conseguir recuperar más espacio para las personas y su calidad de vida”.