La Diputación de Valencia ha creado una nueva línea de financiación para los ayuntamientos de la provincia de Valencia con el objetivo de que puedan desarrollar políticas activas de, por un lado, gestión forestal y, por otro, de prevención de incendios forestales.
La vicepresidenta de la Diputación, Maria Josep Amigó, ha presentado el nuevo programa junto al diputado de Medio Ambiente, Josep Bort. En total, se destinarán 1.570.000 euros. De ellos, 800.000 serán para las actuaciones de gestión forestal como la recuperación de espacios, la introducción de flora y fauna autóctonas o cualquier otra actuación destinada a desarrollar y poner en valor las masas forestales de los municipios para que puedan convertirse en un recurso patrimonial y, también, económico, que en estos momentos no está siendo explotado, según Bort, en muchas localidades del interior de la provincia.
La otra línea, dotada con 770.000 euros, irá destinada únicamente a actuaciones de prevención de incendios forestales. Una medida que cobra especial importancia porque, según ha insistido Amigó, los montes valencianos vienen de sufrir dos décadas de total abandono por parte de las administraciones autonómica y provincial, un abandono que, según expertos, ha sido el combustible de los devastadores incendios registrados en la Comunitat en los últimos años.
“El actual equipo de gobierno de la Diputación nos creemos nuestro territorio y pensamos que vale la pena trabajar por su conservación y su aprovechamiento. Es por ello que tratamos de cambiar la situación de abandono y falta generalizada de gestión forestal de la era del PP, así como, la falta de planificación y control de los trabajos desarrollados por las brigadas de la Diputación, que habían dibujado un escenario muy negro y muy inflamable para el futuro de nuestro territorio”, ha explicado la vicepresidenta.
Por su parte, Bort ha explicado que la nueva línea de financiación responde a tres premisas: cambiar la forma de mirar la naturaleza asumiendo que no es un museo y que necesita intervención además de contemplación; invertir más en prevención para gastar menos en extinción y hacer de la vida en los pequeños pueblos de interior más sostenible y evitar así la despoblación.
Las ayudas para la gestión forestal están dirigidas a municipios forestales con un censo inferior a los 20.000 habitantes y con más de 25 hectáreas de superficie forestal de titularidad municipal. La previsión es que se puedan beneficiar un total de 78 localidades, las cuales recibirán una cantidad fija de 5.000 euros y otra variable en función de criterios objetivos, como la población, la planificación forestal, las actuaciones previstas en espacios protegidos o la superficie forestal de titularidad pública acreditada.
Entre los trabajos e inversiones que contempla esta línea de ayudas se encuentra la adecuación de elementos de la red viaria forestal –sendas, caminos y pistas forestales–; la retirada y eliminación de especies invasoras; la recogida de residuos, el mantenimiento de poblaciones forestales, la creación de puntos de reserva de agua para bebederos y usos complementarios a la gestión forestal sostenible, o las inversiones en áreas recreativas, hábitats de interés, sendas y miradores, entre otras intervenciones.
Por otra parte, en cuanto a las actuaciones e inversiones de prevención de incendios forestales subvencionables, contarán con una dotación presupuestaria de 770.000 euros para la ejecución de iniciativas en municipios que ya disponen de un Plan Local de Prevención de Incendios Forestales. En este caso, la previsión es que las ayudas puedan sufragar actuaciones en un total de 29 municipios de la demarcación de València, los cuales percibirán una asignación fija de 25.000 euros por localidad, mientras que el resto de disponibilidad presupuestaria se asignará en función de la población y la superficie forestal de titularidad pública acreditada.
Entre las actuaciones que contempla esta línea de ayudas se encuentra el mantenimiento de infraestructuras de prevención de incendios forestales, puntos de reserva de agua para la extinción forestal y líneas de defensa contra incendios –áreas de cortafuegos, fajas auxiliares o interfaz urbana-forestal–, habilitar vías forestales, o la adquisición de herramientas, maquinaria y complementos forestales para la realización de tareas de prevención de incendios.