Bàrbara Munar: “… todavía pensamos que tener la menopausia y sus síntomas nos hace viejas”

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Bárbara Munar (Ibiza, 1982) es dietista especializada en menopausia y climaterio, comunicadora, divulgadora y conferenciante. Es técnica superior en Dietética y Nutrición, licenciada en Ciencias de la Información (Periodismo) por la Universitat Autònoma de Barcelona, tiene un máster en Reporterismo por la Universitat Ramon Llull y un posgrado en Buscadores y Analítica Web. Ha trabajado en prensa, televisión y radio y ha colaborado en medios de comunicación nacionales y autonómicos, como Radio Marca, TV3 e IB3. Es la fundadora de las populares cuentas de Instagram y TikTok @hablandodenutricion y del movimiento #ReinasSinReglas que están ayudando a miles de mujeres a entender el climaterio sin mitos, sin miedos y sin prejuicios, desde una vertiente cercana, realista y con un punto cómico, para quitarle a la menopausia esa etiqueta de ‘bruja mala’ con que muchas mujeres todavía la perciben.

Pregunta: ¿Por qué crees que durante tanto tiempo no se ha hablado de la menopausia y, por tanto, tantas mujeres la han vivido en silencio?

Bàrbara Munar: Creo que hay diferentes motivos. El primero es que la menopausia se ha relacionado con vejez y, actualmente, todavía vivimos en una sociedad donde el culto a la juventud se respira en todos lados: anuncios, películas, revistas… Asimismo, al relacionarlo con la vejez, las mujeres la hemos escondido porque no queríamos reconocernos como personas invisibles socialmente. Afortunadamente, en los últimos 3 o 4 años se está produciendo una revolución, yo la llamo la revolución de las reinas sin reglas, donde las mujeres hemos alzado nuestra voz y hemos pedido que se nos visibilice, se nos escuche y se nos trate a nivel médico y profesional como nos merecemos. Creo que debemos estar orgullosas de ser la primera generación que hablamos sin miedos de este proceso natural y, gracias a ello, los medios de comunicación y campañas de publicidad nos están incluyendo, cosa que me parece maravillosa. Estamos dejando de ser invisibles.

P.: Da la impresión de que, de no hablarse de ella, ahora se presenta como un infierno: engordar sin poder hacer nada para evitarlo, descenso de la libido, sofocos insoportables…

B.M.: Éste es más bien un mensaje que se daba hace 10 años. Era un mensaje basado en el miedo, en los mitos y en ‘es lo que toca, es normal, no se puede hacer nada con los síntomas y hay que asumirlo’. Actualmente, aunque este mensaje todavía se escucha, sí que es cierto que cada vez somos más los profesionales que nos hemos especializado en este campo y hay mensajes positivos y basados en la ciencia que animan a las mujeres a informarse y a cambiar su estilo de vida para que puedan reducir los síntomas y acabar con ellos.

Bàrbara Munar. (Foto-Joan Canals).

P.: Entonces ahora que se habla más, ¿el mensaje es el adecuado?

B.M.: Cuando el mensaje viene de profesionales como ginecólogos o dietistas especializados en menopausia, sí, el mensaje es el correcto. Es un mensaje tranquilizador, donde damos pautas y orientaciones prácticas y basadas en la ciencia para que aprendamos a reconocer los síntomas, entender que son normales y después, hacer los cambios necesarios para mejorar nuestra calidad de vida. El problema que veo como dietista especializada es que la moda de la menopausia corre peligro de caer en estereotipos físicos que pueden desencadenar una vez más en la obsesión por estar delgadas.

P.: ¿Eso quiere decir que volvemos a tener presiones estéticas?

B.M.: Sí, estamos en un punto en que como profesional que me muevo mucho en redes, empiezo a verlas. En el último año, estoy viendo en redes sociales y en algunos medios, cuerpos de mujeres de 40/60 años que NO son normativos. Son cuerpos que están en un índice de masa muscular y en un porcentaje de grasa que no son saludables, pero que se venden como un cuerpo ideal de la menopausia. En este sentido, es peligroso porque quiero recordar que las mujeres que hoy tenemos más de 40 años, nos criamos en un entorno social donde la extrema delgadez se asociaba a belleza, éxito y felicidad. Todas estas mujeres hoy estamos viviendo un descenso hormonal que produce cambios a nivel fisiológico, pero también físico. De manera que nos volvemos vulnerables (igual que en la adolescencia) a padecer trastornos de la conducta alimentaria. Ahora que estamos en los inicios de la normalización de la menopausia, los medios y profesionales tenemos una responsabilidad enorme de intentar frenar esta tendencia, normalizar el cuerpo de la mujer en la menopausia con sus nuevas curvas e inculcar como objetivos la mejora de la calidad de vida y la salud, por delante de una estética física poco saludable y muy esclava.

P.: ¿Qué errores alimenticios podemos empezar a corregir que pueden ayudarnos a vivir una mejor menopausia y…, a qué edad deberíamos ya empezar a aplicárnoslo?

B.M.: El primer error que veo es que comemos menos de lo que deberíamos comer. En esta etapa, tenemos unas necesidades aumentadas de vitaminas, minerales, fibra, proteínas, grasas..., y el 90% de las pacientes que llegan a mi consulta no las cubren. Comemos muy por debajo de lo que necesitamos y eso afecta a nuestros síntomas. Y también, el error que veo a menudo es que pensamos que es tarde para empezar a cuidarnos. Siempre explico en redes que, si ahora tienes 60 años y no te has cuidado nunca, no es tarde. Los estudios demuestran que hasta con 80 y 90 años podemos mejorar física y metabólicamente de manera que nunca es tarde. Pero si hablamos de un ideal para empezar a cuidarnos para la menopausia, yo diría que cuanto antes mejor. Una buena edad son los 40 años.

P.: ¿Se pueden realmente llegar a evitar sofocos, caída del ánimo y la libido, o el insomnio solo cambiando ciertos hábitos en nuestro estilo de vida y variando nuestra alimentación?

B.M.: Por supuesto, aquí no estoy generalizando porque siempre hay que revisar cada caso individualmente, pero la mayoría de mis pacientes reducen y/o eliminan los sofocos (incluso muy graves), mejoran su sueño, su estado de ánimo y energía a la vez que reducen grasa y contornos. En menos de un mes, podemos notar muchas mejoras. La libido también puede mejorar si se debe a una falta de autoestima derivada de los cambios físicos o de falta de energía, pero si es por una causa más profunda de relación de pareja, aquí ya entraría el trabajo con un sexólogo o terapeuta.

P.: ¿Cuáles son los principales temores sobre la menopausia que son, en realidad, infundados?

B.M.: El primero es que pensamos que la menopausia engorda. Sí que es cierto que, con el cambio hormonal y el paso de los años, el metabolismo puede endentecerse, pero cambiando la alimentación (solo un poco) y haciendo actividad física, podemos activar el metabolismo y mejorar la composición corporal. La realidad es que la menopausia no nos aumenta de peso, nos aumenta de peso nuestro estilo de vida. También tenemos mucho miedo a los síntomas. Por una parte, porque todavía pensamos que tener la menopausia y sus síntomas nos hace viejas y porque creemos que tendremos todos los síntomas: insomnio, pérdida de memoria, aumento de grasa, sofocos… Pero hay un 20% de mujeres que no tiene síntomas y las mujeres que tenemos sintomatología no tenemos todo el listado, solo algunos.

P.: Cuando hablamos de un cuerpo funcional como aquel al que deberíamos aspirar, y no a un cuerpo perfecto, ¿a qué nos referimos?

M.B.: Nos referimos a hacer cambios en nuestro estilo de vida para que cuando lleguemos a la vejez podamos salir cada día a caminar, hacer la compra y vivir con más calidad de vida. Actualmente, vivimos más años, pero nadie habla de cómo es la calidad de vida de estas personas más mayores. La residencias y hogares están llenos de ancianos con poca movilidad o en sillas de ruedas porque no sabían que cuidar su estilo de vida podía mejorar la funcionalidad de su cuerpo y la calidad de vida en la vejez. La menopausia es una oportunidad para iniciar estos cambios teniendo una visión a corto plazo (mejorar la composición corporal dentro de unos márgenes de salud y reducir los síntomas), pero también a largo plazo, pensando en tener un cuerpo funcional que nos permita ser independientes, salir a caminar, hacer la compra y cocinar, lo que mejorará nuestra calidad de vida cuando seamos viejitas.

Portada del libro.

P.: ¿A qué edad es aconsejable hacerse una densitometría para mesurar la cantidad de calcio en los huesos? ¿No está contemplada por la seguridad social? Y, en ese caso, ¿dónde podemos realizárnosla?

M.B.: Mi recomendación es que nos hagamos la primera densitometría a los 40 años para tener una radiografía de nuestro punto de partida de salud ósea. A partir de aquí, recomendaría otra radiografía cuando haga un año que no tenemos la regla y después, recomiendo hacernos otras en función del criterio del traumatólogo o ginecólogo. Lamentablemente, creo que esta densitometría a los 40 años no está cubierta por la seguridad social, de manera que mi recomendación es que en la visita anual a nuestro ginecólogo le pidamos una petición para hacerla. Después con esta petición iríamos al radiólogo, que nos dará el resultado de la densitometría.

P.: ¿Hay algún caso en el que sea mejor compensar los síntomas de la menopausia con hormonas u otro tratamiento farmacológico?

B.M.: Sí, en los casos en los que los sofocos o síntomas sean tan persistentes que nos afecten a nuestro día a día. Pero siempre estos tratamientos deberían ir acompañados de alimentación y actividad física para mejorar su eficacia.

P.: ¿Qué encontrarán las lectoras, o lectores, en ‘Reinas sin reglas’?

B.M.: Encontrarán la primera guía de alimentación en la menopausia, basada en casi 200 estudios científicos recientes y en mi experiencia como dietista donde he tratado a cientos de mujeres en la menopausia. Esta guía la escribí con un lenguaje muy sencillo para que todas las mujeres podamos entender lo que nos sucede en esta etapa; al mismo tiempo, explico de forma muy práctica cómo preparar los desayunos, las comidas, las cenas, cómo recomiendo que sean las raciones…, para que a medida que vayamos leyendo el libro, podamos ir haciendo pequeños cambios que nos ayudarán a reducir los síntomas y mejorar nuestra energía y estado de ánimo.

P.: ¿Los síntomas empiezan en el climaterio y perduran durante la menopausia?

B.M.: El descenso hormonal se inicia sobre los 35 años y, de media, podemos empezar a notar los síntomas a partir de los 40 años. Estos síntomas pueden durar entre semanas y años, depende de la mujer. Pero cuando suelen ser más fuertes e intensos es en la perimenopausia, es decir, en los años anteriores y posteriores a nuestra última menstruación. Esto suele ser de media entre los 48 y 54 años.

P.: Tras esos años en los que puede haber síntomas de la menopausia, ¿el cuerpo se puede recuperar o seguir recuperando? ¿Peso, agilidad, energía, sueño reparador, libido…?

B.M.: Sí, incluso antes. Aquí como digo es ponernos manos a la obra, informarnos bien desde fuentes de calidad y dejarnos asesorar por profesionales que entienden el proceso. Todos, absolutamente todos los síntomas tienen tratamiento y remisión, y la clave es mejorar nuestro estilo de vida.

(Agradecemos a Bibiana Ripol y Celia Sánchez las facilidades ofrecidas para esta entrevista)

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