Durante las últimas semanas, la piscina municipal de Albal ha sufrido diferentes actos vandálicos. A raíz de estos incidentes, en el día de ayer, el alcalde de Albal, José Miguel Ferris, y el jefe de la Policía Local, Rafael Blasco, visitaron las instalaciones para evaluar los daños y planificar un incremento en las medidas de seguridad para prevenir futuros incidentes delictivos.
Los vándalos han causado daños en los juegos de la piscina infantil, el robot de limpieza, la silla elevadora para personas con movilidad reducida, varios azulejos y ladrillos, y la puerta de acceso al parque infantil junto a la piscina, al lanzar vallas y sillas. Los costos de reparación ascienden a más de seis mil euros, lo que ha sido un golpe duro para el funcionamiento y disfrute de las instalaciones.
“En la última semana han entrado tres veces y ya van siete desde que abrimos la piscina el 17 de junio, la situación es insostenible”, lamenta Ricardo Blasco, gerente del establecimiento, quien ha estado lidiando constantemente con actos de vandalismo y daños desde junio. Estos incidentes han obstaculizado el funcionamiento normal de las instalaciones, incluso provocando retrasos en la apertura de la piscina al no poder garantizar las condiciones adecuadas para los usuarios, incluida la calidad del agua. El calor intenso en el municipio solo ha exacerbado los problemas.
El alcalde afirmó tras la reunión: “Estos actos no deben pasar desapercibidos y se va a tratar de identificar a los responsables para que respondan por estos actos vandálicos que afectan a todos los ciudadanos del municipio que no pueden disfrutar plenamente de las instalaciones”.
Entre las medidas adoptadas para abordar el problema, se ha instalado una alarma y se han implementado varios métodos de vigilancia. Además, se ha acordado aumentar las patrullas nocturnas alrededor del complejo deportivo de Santa Ana para prevenir intrusiones durante la noche.
Estas acciones son parte del compromiso asumido en una reunión la semana pasada entre el alcalde Ferris, la vicealcaldesa María José Hernández, el jefe de la Policía Local de Albal, Rafael Blasco, y el teniente de la Guardia Civil de Alfafar, Juan José Mariño. Su objetivo es garantizar la seguridad y el orden público en el municipio, una prioridad clave para el actual gobierno.
