Albal emprende las obras para rehabilitar el centro histórico con especial atención a la accesibilidad y la iluminación

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El Ayuntamiento de Albal emprende esta misma semana una de las mayores actuaciones de los últimos años en su centro histórico, con el objetivo de recuperar y poner en valor todo el entorno de la Torre Vigía, único BIC de la localidad. Con una inversión de 650.000 euros, el Consistorio pretende recuperar para el disfrute de las personas todo el entorno de la torre haciendo especial hincapié en aspectos como la accesibilidad, la iluminación y el apaciguamiento del tráfico.

Las obras revalorizarán toda la zona según ha explicado el alcalde de Albal, Ramón Marí, en una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por la arquitecta municipal, Manuela Molina, y el ingeniero de Obras Públicas, Óscar González, responsables del proyecto pues, como ha destacado el primer edil, el equipo de Gobierno quiso que la redacción del proyecto se hiciera con recursos propios, con los trabajadores municipales. También las obras se pagarán con dinero del Ayuntamiento salvo 150.000 euros que aporta la Diputación a través del PPOS.

Marí ha defendido la necesidad de acometer estas obras porque, ha dicho "un pueblo que no pone en valor su pasado no puede mirar al futuro". Y sobre el único BIC de la localidad, la Torre Vigía, es sobre la que gira todo el proyecto, proyecto que incluye como principales hitos la semipeatonalización de cinco calles y dos plazas (la de la Torre y la del Santísimo) y una importante intervención sobre la iluminación que se homegeneizará en toda la zona de actuación retirando, incluso, elementos "impropios" de esta zona del municipio.

“El Ayuntamiento ya ha adjudicado las obras de la primera fase y se iniciarán en breve los trabajos, que en principio está previsto comiencen a finales de semana. El objetivo del Ayuntamiento es que la actuación se ejecute en el menor plazo posible para que esta obra se realice ocasionando las mínimas molestias, pues ya sabemos que cualquier obra de este tipo siempre genera incomodidades. El tiempo previsto es de tres meses y sólo se realizará algún corte puntual de agua”, aseguró el alcalde.

Esta misma semana está previsto que se inicien las obras en las calles Juan Esteve y La Torre. En esta primera fase del proyecto se reformarán y rehabilitarán un total de 1.156 metros cuadrados correspondientes a la plaza del Santísimo, más aproximadamente 2.000 metros cuadrados de las calles colindantes. Mientras, en la segunda fase, cuyas obras se adjudicarán mañana, recuperarán toda la plaza de la Torre y su entorno. La inversión total supera el 650.000 de euros que realizará el Ayuntamiento, la primera fase se invierten 350.000 euros y en una segunda 150.000 euros, a lo que hay que añadir la rehabilitación del carrer Llarg con un presupuesto que costea la empresa de aguas Aqualia por 150.000 euros.

Las calles que se rehabilitarán y serán semipeatonales son Juan Esteve, La Torre, Cronista Jesús Emilio Hernández, Julio Nebot, carrer Llarg y las plazas del Santísimo y de La Torre. Se trata de una importante actuación “que pone en valor nuestro centro histórico”, añadió Ramón Marí, quien explico que “la plaza del Santísimo junto con la Plaza de la Torre, constituyen membrana fundamental de la trama de centro histórico de Albal.

La reforma y la rehabilitación de las plazas consistirá en la creación de zonas de descanso con la colocación de bancos y arbolado y ampliando la acera, así como la renovación la red de agua potable y actuaciones puntuales de reparación, mejora del sistema de saneamiento, mejora y ampliación del alumbrado y de las instalaciones eléctricas, y finalmente un reasfaltado, elevando a la misma cota acera y calzada. También se cambiará toda la actual iluminación de la Torre para mejorar la actual imagen del monumento, ya que es una de las pocas torres vigía que quedan en la comarca de la época árabe.

Una torre del S. XI

La historia de la Comunidad Valenciana, al igual que en otros lugares, está basada en conquistas y reconquistas. Diferentes imperios han habitado estas tierras, dejando a su paso un patrimonio histórico. Muchos son los casos de monumentos que, desgraciadamente, han desaparecido con el tiempo, pero a veces tenemos la suerte de conservarlos. Albal ha mantenido su torre islámica del siglo XI y que fue declarada como Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Monumento desde 2002.

Se trata de una torre defensiva del S. XI situada en el núcleo histórico de la población en una pequeña plaza en la que recaen dos de sus frentes, existiendo adosados en los otros dos frentes (posterior e izquierdo).

En el "Llibre del Repartiment" de València, consta la donación que hizo de la alquería árabe, en 1238, el Rey Jaume I a Gil de Atrosillo. Seis años más tarde éste vendió la venta de Albal al cabildo de Valencia que conservó definitivamente el señorío. Se trata de una torre de origen árabe, de planta rectangular, cuyas dimensiones son 6,10 metros por 5,01 metros de lado.

El sistema constructivo se caracteriza por la existencia de cuatro muros de carga, construidos con tapia de tierra y cal y encofrada con tablas paralelas. La tapia está hecha con una proporción elevada de piedras no talladas que integran 2/3 partes del conglomerado. Se observan 16 tapiadas que constituyen tres cuerpos diferenciados, cubiertos por bóveda de cañón.

Se trata de uno de los edificios más destacados de la comarca de l’Horta Sud y se encuentra dentro de la red torres islámicas defensiva que existió en ese momento en el territorio valenciano. Encontramos edificaciones similares y de la misma época a la de Albal en poblaciones como Alcàsser, Alfarp, Antella, Benifaiò, Beselga, Bétera, Godelleta, Picassent Serra o Sot de Chera.

Primero vamos a recuperar todo el entorno y poner en valor la torrent, pero no vamos a quedarnos ahí “el Ayuntamiento de Albal tiene como objetivo la puesta en valor de este monumento con esta intervención, que debe orientarse en todo caso a recuperar, en la medida de lo posible, el estado original del bien, ajustándose en todos sus puntos a las normativas internacionales y principios básicos de la restauración”, y es por ello que este va a ser el siguiente paso “se abrirá la posibilidad de ser visitada y ser convertida en un espacio museístico de calidad, entrando en las rutas y guías de turismo comarcal por su indiscutible valor e interés histórico y cultural, tal y como ya ocurrió tras la restauración de la Ermita de Santa Anna del mismo municipio”, explicó el alcalde.

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