43 muertos y 47 heridos en Valencia en el peor accidente de la historia del metro en toda España

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3 de julio de 2006. Un grave accidente de metro provocado por el exceso de velocidad sacude la ciudad de Valencia. 43 personas pierden la vida. Cerca de medio centenar resultan heridas. Se trata del peor accidente registrado nunca en España en este medio de transporte.

Un vagón de la línea 1 vuelca en un tramo en curva situado a 10 metros de la entrada de la estación de Jesús, en el barrio de Patraix, y provoca el descarrilamiento del resto del convoy. Circulaba a 80 kilómetros por hora, el doble de lo permitido en ese lugar.

El primero en informar al Centro de Coordinación de Emergencias fue un pasajero que viajaba en uno de los vagones siniestrados. El reloj marcaba las 13:03 horas y en seguida se producen al menos otras 20 llamadas alertando sobre el siniestro.

Tras el susto comienza el drama. Efectivos del Cuerpo Municipal de Bomberos se desplazan hasta la zona y trabajan durante horas para rescatar los cuerpos atrapados. Protección Civil y la Conselleria de Sanidad instalan dos hospitales de campaña para atender a los heridos y comienzan a salir cadáveres, que son trasladados al Instituto de Medicina Legal, en la Ciudad de la Justicia.

Muchos de los fallecidos eran vecinos del municipio valenciano de Torrent, a donde se dirigía el tren siniestrado. Se suceden los mensajes de duelo, las condolencias sociales y políticas. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de visita oficial en la India, adelanta su vuelta a España a causa del siniestro.

El exceso de velocidad, causa del accidente

Desde el primer momento, fuentes oficiales descartan la posibilidad de que se trate de un atentado terrorista en los días previos a la visita del Papa y se habla de "accidente fortuito". Primero se dice que pudo deberse al desmoronamiento de una pared, hipótesis que se descarta para señalar como causas más probables el exceso de velocidad y la rotura de una de las ruedas del ferrocarril.

La información contenida en la caja negra desvela finalmente que el siniestro fue debido a que el tren circulaba a unos 80 kilómetros por hora, el doble de lo permitido en esa curva. Además, se baraja la hipótesis de que el conductor -fallecido en el accidente- hubiese sufrido "algún tipo de inconsciencia o indisposición que impidiera su reacción", según el conseller de Infraestructuras y Transporte, José Ramón García Antón.

Los sindicatos lanzan rápidamente críticas al "constante deterioro" y la "falta de conservación" de esta línea de metro, que en septiembre de 2005 ya había registrado un accidente en el que resultaron heridas 35 personas. También se cuestiona la adecuada preparación del maquinista y el sistema empleado para controlar la velocidad.

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