Rocafort cuenta con un legado arquitectónico y cultural de indudable valor. Construcciones como La Caperucita Roja, Villa Contat, la Casa Barco o Villa Carmela, entre otras, son muestras de un desarrollo urbano singular que experimentó el municipio durante la primera mitad del siglo XX. “Además, la huerta y las numerosas zonas arboladas repartidas por la localidad dotan a Rocafort de un especial valor cultural, natural y paisajístico”, recuerdan desde el Consistorio que ha decidido impulsar un catálogo de bienes con la intención de preservar estos elementos territoriales.
El proyecto, que acaba de comenzar, está dirigido por un grupo interdisciplinar de arquitectos e ingenieros agrónomos, especialistas en patrimonio cultural y medio ambiente, que están recabando toda la información que permita crear un primer inventario con los elementos culturales, naturales y paisajísticos que merecen especial protección.
Durante este tiempo, el proceso también está abierto a la ciudadanía, que puede opinar sobre qué espacios considera valiosos a través del correo [email protected] o en un buzón dispuesto en la Casa de Cultura. Además, se ha habilitado la página web http://patrimonirocafort.paisatge.org/ con toda la información del proyecto.
El catálogo diferenciará, al menos, tres secciones: patrimonio cultural, patrimonio natural y paisaje. El documento será el encargado de proteger y establecer unas pautas que velen por la conservación y el fomento de los bienes inmuebles y otros elementos que, sin formar parte del Inventario General de Patrimonio Cultural Valenciano (BIC y BRL), tengan especial significación.
El Ayuntamiento de Rocafort promueve este catálogo de protecciones porque es “consciente de que el patrimonio del municipio es una de sus principales señas de identidad”. El proyecto se prolongará durante los próximos meses y pasará por diferentes fases antes de su aprobación definitiva en el pleno municipal.
En concreto, las fases previstas son la obtención del Informe Ambiental y Territorial Estratégico, con una duración de seis meses; procedimiento de participación y recepción de alegaciones; solicitud de informe a la Conselleria de Cultura (con una previsión de seis meses más); aprobación provisional del catálogo y, por último, su aprobación definitiva.
