Un viaje teatral al corazón de los recuerdos vecinales del Cabanyal-Canyaberal y Nazaret ha sido el epílogo del proyecto ‘Escríbeme una carta’. Un proyecto escénico y social con el que la compañía Francachela Teatro ha rescatado la memoria de los dos barrios marineros de la ciudad a través de la correspondencia cruzada entre los vecinos de los mismos.
“Hemos disfrutado mucho con esta preciosa iniciativa en la que las personas, los barrios y sus memorias han sido el centro de nuestras prioridades. Acompañarles en la escritura de sus recuerdos, leer sus cartas y compartirlas luego en recorridos teatralizados ha sido como volver a sentirlos, porque eso es recordar: volver a pasar por el corazón”, explica su promotora, Isabel Caballero.
Los participantes de esta aventura de inclusión social a través de las artes escénicas lo integraron desde jóvenes de 30 años hasta octogenarios con ganas de vivir nuevas experiencias. Un grupo intergeneracional que volcó en las cartas sus vivencias en el barrio que los vio nacer, crecer o vivir. Misivas de puño y letra que a través del correo postal cruzaron el puente de Astilleros en ambos sentidos y que se convirtieron después en material artístico al que se dio forma en los talleres teatrales que Francachela impartió a los vecinos. Un trabajo que permitió que destinatarios y remitentes de las cartas se convirtieran en actores para narrar y recrear después sus historias en el mismo lugar en el que sucedieron.
Viaje en el tiempo y al corazón de los recuerdos
Recorridos teatralizados por ambos barrios en los que, como explica Caballero, “hemos rescatado tiempos pasados a la par que hemos creado nuevos recuerdos”. Una experiencia “muy intensa y emotiva en la que hemos conocido el dolor que todavía persiste en muchas personas por la destrucción de la playa de Nazaret, un barrio cuyas calles siguen teniendo hoy nombres relacionados con el mar, y en el que hubo incluso un equipo de fútbol; o las historias de personajes del Cabanyal como el de Pepica la Lletereta, o las sucedidas en los merenderos que había en la playa, en la acequia del gas o cómo se ponía la cadena al pasar el tranvía”.
La correspondencia calmada, alejada de la inmediatez, y su posterior escenificación en Escríbeme una carta ha permitido disfrutar de los testimonios de sus autores. En las calles del Cabanyal-Cabnyamelar, María José rememoró orgullosa cómo su madre fue la primera mujer que se puso pantalones en el barrio para limpiar los destrozos ocasionados por la terrible riada del 57. Con nostalgia, Mohamed recordó cómo el mar mediterráneo nos une y hace posible que su familia esté presente, aunque viva a miles de kilómetros. Y Susi, a sus 83 años, nos mostró cómo hacía hatillos en su infancia en la carbonera del Tío Bola (Vicent Guillot).
Por otra parte, en el barrio de Nazaret conocimos de la mano de Ramón cómo nació en los años setenta la Asociación de Vecinos del barrio a raíz del trágico accidente que sufrió una vecina con un camión que transportaba troncos de Guinea. Julio rememoró con añoranza sus escapadas al mar de Nazaret cuando era un escolar sin poder imaginar que su playa de juegos infantiles se destruiría para prolongar el puerto de la ciudad. Y Toni nos mostró con maestría, red en mano, el arte de la pesca del “rall”, técnica que utilizaba cuando era joven en esa playa hoy extinta y cuyos frutos marinos repartía después entre los vecinos o los intercambiaba por productos de la huerta. Testimonios y relatos como el de Amparo, Odette, Daniel, Lola, Lorenzo, Vicente, Luz y muchos otros que han salido a la luz gracias a este proyecto cuyo proceso se dará a conocer en un audiovisual cuyo visionado se estrenará en la próxima edición del Festival Cabanyal Íntim.
'Escríbeme una carta' ha contado con las Ayudas de Especial Interés que otorga el Ayuntamiento de Valencia y ha sido posible gracias a la implicación y colaboración de la Unidad de Igualdad Marítim, la Asociación Àmbit, la Asociación de Vecinos y Vecinas del Cabanyal- Canyamelar, la Asociación de Vecinos y Vecinas de Nazaret y el Centro de atención a las personas mayores (CEAM) de los dos barrios.