Un vecino de Torrent denuncia la usurpación de su identidad para comprar 40 motos importadas de forma ilícita

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La Guardia Civil ha podido esclarecer 40 delitos continuados de falsedad documental en los que se ha empleado alrededor de 160 facturas, contratos de compra y venta y declaraciones de impuestos especiales falsas y desarticular una red dedicada a la importación ilícita de motocicletas.

Guardia Civil cocheAgentes del Grupo de Investigación y Análisis (GIAT) de la agrupación de Tráfico de la Guardia Civil venían investigando desde más de un año una red que disponía de una tienda de venta de motocicletas en Valencia aunque también realizaban las ofertas a través de Internet.

La operación se inició tras conocer que un vecino de Torrent había adquirido en un corto espacio de tiempo 40 motocicletas nuevas procedentes de importación, que habían sido matriculadas a su nombre. El interesado presentó denuncia como víctima de un delito de usurpación de identidad, alegando que él no tenía nada que ver con la compra de los vehículos, siendo totalmente ajeno a los hechos.

El Grupo de Investigación y Análisis -GIAT- del Sector de Tráfico de la Guardia Civil de Valencia, se hizo cargo de la investigación descubriendo que una empresa de compra-venta de motocicletas multimarca, con local abierto al público en Valencia era la que realmente adquirió y vendió las motos.

El modus operandi de esta banda era anunciar a través de internet la venta de motos nuevas, algunas de modelos exclusivos, a un precio y un plazo de entrega muy inferior al de los concesionarios oficiales. Una vez que captaban a un cliente, encargaban la moto a su proveedor en Alemania, que días después la enviaba directamente a la tienda de Valencia y una vez matriculada en España y pagada, la entregaban al cliente final.

No obstante, para la defraudación en el pago de impuestos, las cuarenta matriculaciones se realizaron a nombre del particular -ahora denunciante-, mediante facturas de venta falsas emitidas por una “empresa pantalla” creada al efecto, con domicilio social en Madrid, sin local comercial, ni empleados, sin que conste el abono del IVA correspondiente y resultando falsamente exentas del pago del Impuesto Especial por importación.

Tras la matriculación eran inmediatamente transferidas al amparo de nuevas facturas falsas emitidas a nombre de la misma “empresa pantalla” a la empresa de Valencia que realmente realizaba la venta, mediante el sistema de baja por compra-venta, defraudando de nuevo en el pago de impuestos. Finalmente la empresa de Valencia facturaba la venta de la motocicleta a los compradores finales, sin que conste una vez más el pago de impuestos, realizando los cambios de nombre en Tráfico.

La red estaba formada por tres hombres y dos mujeres (una en paradero desconocido), con tres sociedades a su nombre, que articularon un sofisticado entramado en el que se utilizaron 160 documentos falsos, defraudando más 100.000 euros en el pago de impuestos, consiguiendo vender un alto número de motos a precios inferiores a los de mercado, suponiendo una grave competencia desleal para el resto de establecimientos.

Los compradores de los vehículos eran ajenos a la actividad ilícita. 

Las diligencias han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción nº 7 de Lliría.

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