La Universidad Católica de Valencia (UCV) acaba de poner en marcha el Programa de Enriquecimiento Extracurricular para Alumnado de Altas Capacidades, una experiencia piloto con la que se pretende dar respuesta a las necesidades de este tipo de estudiantes en los centros educativos y que por el momento funciona en los colegios Sagrado Corazón y Sant Bertomeu, en Godella, y en el colegio El Armelar, en Paterna.
Casino recuerda que en la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa, se afirma que el sistema educativo “no permite progresar hacia una mejora de la calidad educativa” entre otras razones por “el reducido número de estudiantes que alcanza la excelencia”. En particular, la LOMCE se refiere a la “necesidad específica de apoyo educativo” al alumnado con altas capacidades y ordena a las administraciones educativas “que adopten programas de enriquecimiento curricular”.
Así, este programa inicial extracurricular y voluntario comprende los niveles de primero y segundo de la ESO e incluye tanto a estudiantes con altas capacidades como al resto de los mencionados centros.
Para la profesora de la UCV, la formación de los docentes debe ser considerada como el “motor de un cambio necesario” en las aulas: “Sin embargo, la realidad actual es que la formación inicial que reciben tanto maestros como profesores es insuficiente para poder atender en un futuro inmediato a estos alumnos en sus aulas; y la oferta de cursos, seminarios, grupos de trabajo y proyectos de formación permanente presenciales sobre altas capacidades es prácticamente inexistente”.
En ese sentido, el programa creado por la Universidad Católica de Valencia pretende mejorar la formación del profesorado en el área de las altas capacidades intelectuales para así dar la respuesta educativa “que obtenga el máximo desarrollo de estos alumnos desde una educación integral”. De igual modo, se busca “cambiar las representaciones sociales de alumnos y docentes sobre los individuos con alta capacidad”.
Otros de los objetivos de este proyecto son “fomentar la curiosidad y el grado de motivación hacia el aprendizaje de los alumnos para que descubran sus capacidades y valoren el estudio y el esfuerzo, mejorando su autoconcepto y rendimiento académico”, empoderar emocionalmente a los participantes, “favoreciendo estados de ánimo positivos y su bienestar emocional en general”, así como “promover valores y actitudes como la creatividad, el respeto hacia el sentido de la vida y la dignidad humana, el reconocimiento en la diversidad cultural y el fomento de la inclusión, el compromiso social y la ciudadanía activa”.
En el proyecto trabajan, junto a Casino, los profesores Ana Córdoba, Pilar E. Monleón, Josefa García Pérez, Gloria Gómez Vivó, Inmaculada Hernando, Amparo Juan, Lucía I. Llinares, María José Llopis, Remedios Moril, Rafael Ortiz, José Alfredo Pellicer, Joan María Senent y Tamar Shuali.
