Torrent está procediendo a la instalación de 30 trampas en El Vedat y Serra Perenxisa que permitirán controlar, en la medida de lo posible, la plaga del Tomicus Destruens, que actualmente se encuentra estabilizada gracias a las actuaciones que se han llevado a cabo hasta el momento.
El Tomicus aparece como consecuencia de la debilitación que sufren los árboles a causa de la sequedad del terreno por la falta de precipitaciones. Esta falta de lluvias ha propiciado el descenso de la presencia de aves y también que la plaga se extendiera con mayor facilidad, ya que este insecto perfora los troncos de los árboles dificultando la circulación de la savia, provocando posteriormente la muerte del pino blanco (Pinus halepensis), de aquellos ejemplares enfermos o que se encuentran con un espesor excesivo. Por ello, durante los meses de verano los miembros del Consell Agrari de Torrent fueron los encargados de realizar las labores de poda, tala y posterior retirada de los árboles más afectados.
En la actualidad, tras realizar una evaluación y un diagnóstico de la situación se ha detectado que la plaga está bajo control, pero que se recomienda llevar a cabo actuaciones de seguimiento para evitar rebrotes en ambas zonas. Por este motivo, se ha diseñado una estructura que funcionará como trampa para estos insectos, que está siendo instalada siguiendo las indicaciones reflejadas en un “mapa de colocación de trampas para Tomicus destruens”. En este documento se aconseja un determinado orden de colocación y unas coordenadas concretas para que se mantenga la distancia adecuada entre las trampas.
Una vez situados en el punto indicado en el mapa, los operarios eligen dos pinos que estén a una distancia entre los 2 y los 3 metros, instalando un total de 10 unidades en El Vedat y 20 en la Serra Perenxisa. Seguidamente, se pasa una cuerda entre los dos árboles y en el centro se coloca la trampa, la cual queda suspendida en el aire, para evitarel contacto con troncos o cualquier objeto cercano, e impedir que se produzcan roturas por impacto.
Finalmente, para que las trampas funcionen correctamente se colocan dos difusores: por un lado, un atrayente cairomonal que generan por los propios árboles como respuesta ante daños mecánicos o mortandad de tejidos, y por otro lado, el etanol, el cual funciona como principal atrayente cairomonal de Tomicus destruens. De esta manera, se conseguirá que los insectos, atraídos por las feromonas que se desprenden y que simulan el olor de los pinos, acudan a la trampa provocando su muerte, de manera que se estabilizará la presencia de los mismos.
En esta línea de actuaciones, actualmente se está trabajando en el diseño de un folleto que será repartido entre los vecinos residentes en las urbanizaciones de El Vedat y la Serra Perenxisa para que conozcan cómo detectar la presencia de este insecto y qué medidas pueden llevar a cabo como regar abundantemente, no almacenar leña recién cortada o eliminar los restos de aquella madera afectada, entre otros.