La Sala L’Horta inicia su programación de mayo con un espectáculo muy primaveral que invita a los niños y niñas de entre 0 y 4 años a disfrutar de los detalles de un jardín secreto. La compañía asturiana Ziz Zag regresa al teatro de Castellar-l’Oliveral para presentarnos el domingo 12 de mayo un espectáculo de danza y teatro visual y sonoro que funciona como un alegato a la observación de las pequeñas cosas. De este modo, la pieza funciona como un ejercicio lúdico para fomentar la atención plena y tranquila; una práctica que, a pesar de sus beneficios, se ejercita cada vez menos debido al ritmo vertiginoso de nuestra sociedad.
Estrella García y Miguel Quiroga creadoras e intérpretes de ‘Jardín secreto’, nos muestran un espacio habitado y en constante transformación a través del movimiento y la luz; una alegoría de la naturaleza donde los pequeños movimientos y las pequeñas cosas generan grandes cambios que suponen el fluir del desarrollo de la vida. La naturaleza es, en suma, el espacio donde todo muta, pero de forma muy lenta, casi imperceptible.
El espacio escénico cambia constantemente a través de un juego telones y piezas de arpilleras que cuelgan de un telar semi-elástico que, a modo de lianas vegetales, creando diferentes planos visuales que oscilan y cambian con el movimiento de los intérpretes. Estas piezas, pintadas de forma artesanal con motivos vegetales de tonalidades diversas, sumada a las proyecciones audiovisuales cenitales, completan un juego óptico inmersivo que refuerza la idea de que nada cambia en la naturaleza, y a su vez todo está en permanente movimiento.
El elemento humano también tiene protagonismo en esta pieza a través de la “huella” que deja en el entorno. Por eso, todas las evoluciones de los intérpretes dejan su impronta visible en el suelo de la escena, que se cubre de corcho triturado a modo de manto terroso para evidenciar simbólicamente la marca del tiempo del espectáculo y la acción humana que se ejecuta durante el mismo.
Es una pieza concebida especialmente para primera infancia que carece de eje argumental, personales o trama. “Las edades a las que nos dirigimos no se preguntan. No se preguntan el por qué ni el para qué, ni el quién, el cuándo o el dónde. Es un público sin condicionantes y es por ello que nosotros no se los imponemos, sino que desplegamos un universo visual y sonoro que les estimule hacia su reacción libre ante lo que aparece ante sus ojos”, apuntan desde la compañía.
Banda sonora original
La banda sonora original del espectáculo, compuesta por Miguel Pérez Iñesta y Emmanuelle Bernard, recibió en 2018 el Premio OH! de las Artes Escénicas a la Mejor Composición Original. Se ha trabajado en diferentes capas, con el fin de generar una atmósfera sonora llena de referencias a la naturaleza. Los sonidos grabados en diferentes parques naturales de España mediante trabajo de campo, junto con las sonoridades extraídas de instrumentos nobles (clarinete y violines), se entremezclan con las vibraciones metálicas de la kalimba, creando un universo sonoro único que envuelve la escena y se transforma con ella.
