La Falla municipal de Valencia acoge el Día de l’Esmorzar con el Premi Cacau d’Or de Amstel

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Amstel, ‘Hecha en Valencia’, y el restaurante Ca Rakel, ganador del último premio Cacau d’Or Especial Amstel, han celebrado el Día de l’Esmorzà con un almuerzo fallero a los pies de la Falla del Ayuntamiento en el que han participado la fallera mayor de Valencia, María Estela Arlandis, su corte de honor y el concejal de Fallas y presidente de la Junta Central Fallera, Santiago Ballester.

Dia del'esmorzà de Amstel junto a la falla municipal
Fotos: Antonio Cerveró

Este acto busca reivindicar el almuerzo como una tradición intrínseca de la cultura fallera y lograr que cuente con un día propio dentro de la fiesta igual que existe la ‘Crida’, la ‘Mascletà’ y la ‘Plantà’. L’esmorzà es una de las costumbres más típicas en las comisiones falleras, que se practica en casales y carpas, así como en los bares o en las calles cercanas a la Falla.

De hecho, y más allá de las Fallas, es una tradición generalizada que además sólo se hace de esta forma en la Comunitat Valenciana: Cerveza o vino con gaseosa, el conocido como 'gasto' -platito de cacao y platito de aceitunas, tramussos u otros encurtidos- y su majestad el bocadillo, a ser posible de buen tamaño. Todo un ceremonial que acaba, si todo va bien, con una sonrisa de oreja a oreja -el valenciano disfruta este almuerzo como nadie-, y el elemento que encumbra todo el conjunto: un 'cremaet'.

Dia del'esmorzà de Amstel junto a la falla municipalCon este espíritu nos congregamos unos cuantos medios de comunicación, junto a miembros de la Junta Central Fallera y amigos y conocidos de Amstel, dispuestos a disfrutar de ello en un marco inigualable: los aledaños de la falla municipal de Valencia.

El otro protagonista del evento ha sido el bocadillo elaborado por el bar Ca Rakel, establecimiento ganador del último Premio Cacau d’Or Especial Amstel. Una delicia que los muy valencianos definiríamos como 'mel de romer', evidenciando que efectivamente el premio era más que merecido. Una obra de arte con carne de caballo, tierna y melosa, bañada con una salsa maravillosa que daba al conjunto una sensación en boca -como dirían los entendidos de esto- realmente agradable.

Estos galardones, impulsados por la plataforma La Cultura del Almuerzo, con el gran Paco Alonso a la cabeza, reconocen los bares y restaurantes que han hecho posible que esta tradición siga viva a día de hoy. Durante más de diez años, los Premis Cacau D’Or han premiado el trabajo de hosteleros que presentan sus propuestas y ofrecen creaciones innovadoras con los productos típicos.

La ocasión fue única. Tanto que a poco que nos dimos cuenta, eran las 12 y la multitud se agolpaba ya tras las vallas dispuestos a esperar dos horas, bajo un sol de justicia, hasta el disparo de la mascletà. Y el termómetro daba ya 27 grados... Uffff...

La ruta de l’esmorzà

La cervecera ha aprovechado este décimo aniversario para poner en valor la figura de los hosteleros, como máximos exponentes de esta tradición. Las propuestas gastronómicas que ofrecen locales como Bar Rausell, La Pérgola, Beluga, Ca Rakel, Pizcueta 14, Marvi, Pitti, Central Bar, La Pascuala, Pelayo Gastro Trinquet, Nuevo Olso y Casa Baldo han llenado las calles de Valencia en lo que se ha convertido en una auténtica ruta del almuerzo para todos los visitantes de las fallas.

Amstel, ‘Hecha en Valencia’, ha aprovechado las fiestas falleras para llenar el centro de la ciudad con 85 carteles en los que se pueden contemplar algunos de los bocadillos galardonados por los premios Cacau d’Or en esta última década, que se podrán disfrutar en los establecimientos ganadores.

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