Fabra, Cotino y Català disfrutan de la fiesta, tradición, devoción y gastronomía de Sant Blai

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Cada 3 de febrero Torrent celebra con especial intensidad la festividad de Sant Blai. Grandes y pequeños se acercan a la Ermita de Sant Lluís Bertran para pedirle al santo que cure sus males de garganta o que, simplemente, los salvaguarde de ellos. Este año el Presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, que recorrió el tradicional porta en compañía del presidente de las Cortes Valencianas, Juan Cotino, la consellera de Educación, Formación y Empleo y hasta hace bien poco alcaldesa de Torrent, Mª José Català, y la actual alcaldesa, Amparo Folgado no quisieron perderse esta festividad.
Los ilustres visitantes fueron agasajados por el equipo de Gobierno con una recepción en el Ayuntamiento donde dejaron su firma en el libro de honor. Tras visitar el consistorio, las autoridades visitaron los puestos montados en la calle Ramón y Cajal interesando por cómo viven la festividad todos los torrentinos y torrentinas.

La fiesta ha comenzado de buena mañana con la bendición de panes y una misa en la parroquia San Luís Bertrán. A continuación los clavarios y clavariesas de Sant Blai, niños de entre 3 y 5 años, han desfilado en un pasacalle desde la calle Fray Luís Amigó hasta la ermita. A mediodía se ha celebrado una misa mayor en la misma iglesia.

La fiesta en honor a Sant Blai culminará con una procesión esta tarde tras la cual se recitará el verso y se harán cantos al gozo. Día grande en Torrent que los vecinos festejan con gran pasión y devoción.

Cada año son miles los visitantes que llegan a Torrent desde todos los rincones de la comarca a venerar al santo y a visitar los puestos de feria que se instalan en las inmediaciones de la calle Ramón y Cajal. Centenares de puestos de artesanía, dulces, frutos secos, tómbolas… todo un despliegue de medios para el disfrute de los vecinos. Pero sin duda, el stand que más visitas recibe es el que ofrece los sanblaiets. Éstos son unos panecillos dulces que elaboran las mujeres de la Cofradía de Sant Blai que los embalan junto con una estampa del santo y una botellita de aceite bendecido para evitar el mal de garganta.

Los primeros datos recogidos sobre esta celebración se encuentran en el Barroco, donde Torrent era una población que a penas superaba los 1.500 habitantes. La población de aquellos entonces era eminentemente rural y se dedicaba a la agricultura y a la ganadería como dos pilares básicos. Los libros de la iglesia de la Asunción recoge por esas fechas dicha festividad. En 1657 hay constancia de que se celebró la primera festividad en honor al santo.

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