El exgerente de un club deportivo de Paterna, condenado a 53 años de cárcel por abusar sexualmente de 11 menores

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La sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado al exgerente de un club deportivo de la localidad valenciana de Paterna a cumplir 53 años y nueve meses de prisión por abusar sexualmente de 11 niños de entre 10 y 13 años durante el año 2007 y hasta julio de 2008. El procesado nunca llegó a reconocer los hechos y aseguró que eran "falsos".
El tribunal le ha condenado al estimar probado que cometió nueve delitos de corrupción de menores; diez delitos de abuso sexual; y otros dos delitos intentados de abuso. Asimismo, le obliga a indemnizar a los afectados con un total de 105.000 euros --20.000 euros para dos de ellos; 15.000 euros para otros dos, y 5.000 euros para cada uno de los siete restantes--.

El ministerio fiscal pedía para este hombre una pena de 47 años de prisión por 11 delitos de exhibicionismo, nueve de abusos sexuales y cuatro de intento de abuso; mientras que la defensa reclamó la absolución para su cliente --en libertad provisional tras pasar 19 meses en prisión preventiva-- por "falta de pruebas".

El tribunal considera probado que el procesado mantuvo durante el año 2007 y hasta julio de 2008 conversaciones de contenido sexual con 11 niños del club, de entre 10 y 13 años, en las que les incitaba a masturbarse, les mostraba imágenes pornográficas y sus órganos sexuales.

Los niños obedecieron al procesado en cada ocasión y no lo contaron a ningún adulto, ya que el acusado les convencía de que lo que hacía con ellos era normal, de que serían unos ignorantes si no colaboraban en esas prácticas y los amenazaba con que se quedarían sin amigos o serían castigados si lo contaban.

En julio de 2008, los niños decidieron contárselo a sus padres, quienes denunciaron los hechos. Tras ello, los agentes practicaron un registro en el despacho del acusado donde intervinieron tres calendarios, una revista con imágenes de desnudos y un ordenador con imágenes pornográficas.

El tribunal ha decidido condenar al hombre en base a las declaraciones de las víctimas, que han sido "absolutamente concluyentes". Para llegar a esta conclusión ha valorado la "espontaneidad" y los detalles de algunas de sus respuestas, lo categórico de sus silencios y otras reacciones que diluyeron cualquier confabulación previa apuntada por la defensa.

Asimismo, ha tenido en cuenta las declaraciones de algunos testigos y médicos forenses. En cuanto a los primeros, el monitor de tenis del club afirmó que el hombre daba caramelos y era bastante afectuoso y cariñoso con los niños; mientras que la auxiliar al centro deportivo indicó que en ocasiones el procesado le hacía comentarios sobre los órganos genitales de los menores.

El procesado mantuvo a lo largo del juicio --que tuvo lugar a primeros de junio-- que no había cometido ninguno de los hechos que se le imputaban, y afirmó que era enfermero "de primera" y gerente del club, aunque no había sido contratado, según dijo, "para encargarse de la guardería de los niños".

Afirmó que se encargaba de asistir a los niños en la camilla que se encontraba dentro de su despacho, les pinchaba y les aplicaba puntos de sutura, es decir, tareas propias de ATS. También indicó que siempre que estaba con los niños en el ordenador de su despacho, estaba la puerta y la ventanilla abierta. Y no calificó a los niños de malos pero afirmó que si se juntaban y hacían piña podían llegar a ser malos o traviesos.

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