La Guardia Civil ha detenido a cinco aluniceros, tres de ellos con una larga trayectoria en este tipo de delitos, por supuestamente robar en una treintena de establecimientos de Madrid y Valencia, de los que se llevaron un botín valorado en cerca de un millón de euros.
Los robos fueron cometidos en las localidades madrileñas de Boadilla del Monte, Majadahonda, Las Rozas, Morata de Tajuña, Tielmes, San Agustín de Guadalix, Fuenlabrada, Aranjuez y en Madrid capital, así como en Alfafar, Requena, Siete Aguas y Alfara del Patriarca.
Previamente habían sustraído alrededor de 50 vehículos de gran cilindrada, con los que se desplazaban de un lugar a otro para cometer los alunizajes.
Entre los arrestados se encuentra el cabecilla de la banda, conocido como "El Churrita" y sus dos lugartenientes: "El Lolo", también miembro de la banda de Francisco "El Gordo" Maya, y "El Miguelito", hijastro de "El Piojo", uno de los aluniceros más conocidos de Madrid.
Según ha informado la Guardia Civil, se les imputan un total de treinta robos, mayoritariamente en grandes superficies comerciales, donde se decantaban por tiendas de electrónica, informática, ópticas y farmacias, aunque también en almacenes de bicicletas, establecimientos de hostelería y empresas de paquetería.
Una vez seleccionados los establecimientos, se desplazaban hasta ellos, siempre de noche, y forzaban los cierres metálicos y las puertas usando mazas. En escasos minutos desvalijaban el local e introducían su botín en bolsas de grandes dimensiones.
Los investigadores calculan que llegaron a apoderarse de efectos valorados en más de un millón de euros, especialmente teléfonos móviles. El incremento de denuncias de robos de coches de gran cilindrada, de una marca concreta, puso a los investigadores tras los pasos de la banda.
Los automóviles les permitían la huida rápida para evitar ser sorprendidos por los agentes, aunque en alguna ocasión se enfrentaron a ellos con mazas para tratar de amedrentarlos.
Algunos de los miembros de la banda, todos ellos hombres de entre 20 y 32 años, eran bien conocidos por los agentes debido a su larga trayectoria y a su relación con diferentes bandas de aluniceros.
