Para muchos, Blanca Portillo es una actriz conocida por su personaje de Carlota en la serie ‘7 vidas’ a la que interpretó durante siete largos años pero…, Blanca Portillo es mucho más que la peluquera que la hizo popular. Antes de llegar a la serie, la actriz acumulaba una larga experiencia teatral (la escena es su hábitat natural) con obras como ‘Bodas de sangre’, ‘Oleanna’, ‘Las troyanas’ o ‘Marat-Sade’, por citar algunas.
Actriz, productora y directora teatral, en su haber cuenta con un premio a Mejor Actriz del Festival de Cannes, la Concha de Plata por su papel en ‘Siete mesas de billar francés’, un Premio Nacional de Teatro, un Goya como actriz revelación…, en fin…, un largo prontuario de reconocimientos que la sitúan como de las más importantes intérpretes de la escena y el cine español. Aunque mantiene un dulce romance con la cámara (la televisión y la gran pantalla siempre la reclaman), Portillo sabe que en las tablas encuentra su verdadera naturaleza y es ahí donde más arriesga y más se juega el tipo. Esta pulsión la llevo a cruzar el charco para representa un Calderón en Buenos Aires donde enamoró al público y quedó prendada por la pasión teatral porteña. Tras unos años en Argentina regresa a España para encadenar trabajos de tan alto vuelo interpretativo que Portillo gana el premio Max (‘La avería’) y su nombre suena en toda suerte de premios y nominaciones. Hoy, con su largo currículo profesional, Portillo trae a Valencia ‘Mrs Dalloway’, de Virginia Woof, en la que interpreta a Clarissa Dalloway, una mujer que a los largo de 24 horas dará rienda suelta a sus emociones y recuerdos más profundos.
Cercana y sonriente, imposible no recordar a la empática Carlota, la actriz se toma unos minutos para hablar con Hortanoticias.com sobre la función y la obra.
Hortanoticias: Borges decía que la memoria es una fotografía de los sueños, en el caso de Clarissa, que apela a los recuerdos y a la memoria, ¿no crees que la construcción que hace de la realidad de su pasado no deja de ser un sueño alterado?
Blanca Portillo: (Sonríe) Interesante la pregunta. Y…, sí; cuando recordamos nunca somos objetivos. Nunca. Siempre formamos una historia con nuestros recuerdos y, evidentemente, Clarissa también hace una reconstrucción de su pasado marcada por la subjetividad.
H.: Entonces hay que ver su realidad como una ficción.
B.P.: Hmmm, sí, sí. De alguna manera construye su realidad. Por eso me resulta interesante que al ver una misma escena, contada por dos personajes, esa escena se convierte en distinta y…
H.: … Pero la obra es ella, es Clarissa la protagonista y la dueña del relato.
B.P.: … Obviamente, pero ella cuando habla de lo que ocurría con Peter, su esposo, da su punto de vista, conforma su historia, y luego Peter va a contar cómo lo vivía él y creo que eso es maravilloso y…, eso pasa incluso entre hermanos, nos ha pasado a todos: “¿Te acuerdas aquella vez en Navidad…?” y el otro hermano dice, “no, no, aquello no pasó”. Porque cada uno conforma la realidad de acuerdo a sus sensaciones y emociones.
H.: Ocurriría igual si se incluyera a una tercera persona. Tendría otra visión.
B.P.: ¡Exactamente! Entonces, lo bonito es que en la función puedes ver que cada uno se ha construido su fotografía, como argumentaba Borges, de la realidad y que el hecho real que ocurrió nunca lo sabremos.
H.: Cuando comentabas que es una obra feminista y pone a la mujer en una reflexión sobre su vida, ¿podríamos decir que es la mirada de una mujer sobre su vida y el valor que da a las circunstancias de su vida en un proceso de maduración personal? En la literatura y el teatro también se da el proceso de maduración en muchos personajes masculinos y no vindican ninguna proclama.
B.P.: (Sonríe y piensa durante unos segundos) Bueno…, hay muchas obras y textos sobre hombres en procesos reflexivos y de maduración que han sido mucho más visibles que el de las mujeres. Creo que es feminista porque parte de las propias experiencias de Virginia (Woof) y de su mundo y porque pone a la mujer en el punto de mira de su matrimonio, de su propia vida como madre y de lo que fue, de lo que es y de lo que será. No cabe duda que es la visión de una mujer en concreto y que no debe tener un componente universal de todas las mujeres pero…, la realidad de Clarissa es tan vigente hoy como lo es cuando fue escrita y es la voz de una mujer con sus alegrías y sus angustias y su forma de renunciar a muchas cosas por otras. Textos y obras como ‘Mrs Dalloway’ permiten conocer más el universo de la mujer y su pensamiento y creo que, por eso mismo, ya tiene una clara propuesta feminista.
H.: Toda la taquilla vendida para los tres días en Valencia en el Teatro Principal, ¿es una gozada, verdad?
B.P.: Es maravilloso. Francamente maravilloso, y el público en Valencia es fantástico, siempre es un placer actuar aquí y más con un texto como ‘Mrs Dalloway’. Hacía bastante que no venía al Teatro Principal y es una gozada, sí.
H.: Es importante que la gestión pública invierta en promover teatro de primer nivel pese a que muchos dicen que no es rentable.
B.P.: Quienes dicen eso olvidan la rentabilidad social. El noventa por ciento de los espectadores jamás han leído a Virginia Woof o, al menos, no conocen esta obra y…, que la gente llegue a la función, descubra a una autora y luego busque un libro o se interesa por ella me parece de una altísima rentabilidad social y cultural. No sé si la gestión pública debe redituar la inversión cultural, creo que pagar impuestos está para amortiguar el impacto, lo que sí creo es el enorme impacto que tiene a nivel cultural y social y ése es el sentido que debe tener la inversión en la cultura. Obviamente si la sala está completa, en todas sus funciones…, quiere decir que las cosas se están haciendo bien y para los creadores y quienes actuamos es muy, muy satisfactorio.
H.: Buenos Aires es una ciudad a la que te sientes ligada y has visitado mucho…
B.P.: … Pero mucho, mucho (comenta con una sonriendo).
H.: … y sé que se te quiere mucho. ¿Tienes previsto volver con alguna obra, un nuevo proyecto?
B.P.: ¡Uffff! Yo quiero volver siempre a Buenos Aires. Hacer teatro allí es otra experiencia, es vivir el teatro de una forma distinta. Me encantaría volver pero…, no es fácil llevar un trabajo desde aquí. Buenos Aires tiene una comunión especial con el teatro y es maravilloso.
H.: Es otro público y muy volcado al mundo teatral.
B.P.: Lo sé, lo sé. Tengo que decirte que yo no he conocido público mejor que el de allí. Es tremendamente exigente, tremendamente preparado, y que pone el listón muy alto. No es un público conformista y pide al máximo la entrega a los actores. Hay verdadera pasión por el teatro y es un verdadero gusto, para un actor, para una actriz, saber que hay un público que desea verte en una entrega total. Es una experiencia maravillosa estar en los escenarios de Buenos Aires, me siento muy feliz cuando voy allí.
H.: ¿Irás en 2020?
B.P.: Eehhh… Siempre quiero ir allí y…, en algún momento de mi vida… Incluso no descarto volver a irme a allí un año o dos…, es que, ¿sabes lo que pasa? Es un sitio al que siempre quiero volver. Daría lo que fuera para hacer esta función en Buenos Aires. Daría lo que fuera.
H.: Posibilidades para ir…, ¿sería estupendo, verdad?
B.P.: Es una pena que vivamos en unos tiempos en los que irse a un sitio con una obra es, prácticamente imposible y…, más cuando sabes que tienes un público muy receptor y con muchas ganas de ver obras como ‘Mrs Dalloway’ o trabajos gran calidad y contenido.
H.: Espero que puedas cruzar el charco con la obra.
B.P.: ¡Ojalá!, pero no es fácil. Repito: daría lo que fuera por llevar esta función a Buenos Aires pero…, ya veremos. Sé que volveré a Buenos Aires pronto, tengo muchas ganas.
H.: Carmen, muchas gracias por dedicarnos estos minutos, bienvenida a Valencia y muchos éxitos para esta gira.
B.P.: Gracias a vosotros, ha sido un placer y una charla estupenda.
