La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha criticado la actual escalada de robos y asaltos que los ladrones están perpetrando en el sector agrario de la Comunitat Valenciana.
La entidad presidida por Cristóbal Aguado detecta que, además de las sustracciones de cosechas y materiales de instalaciones de riego que ya venía denunciando, ahora la gravedad y la frecuencia de los delitos se intensifica con robos de tractores, vehículos y maquinaria agrícola, algunos de ellos incluso a plena luz del día y a punta de navaja.
Un asociado de Pedralba, Roberto Yuste, sufrió hace dos noches el robo de un tractor y una trituradora, cuyo valor económico asciende a 50.000 euros. Los ladrones asaltaron el almacén en el que se encontraba la maquinaría agrícola, la cual era empleada para las labores del cultivo de cítricos. También sustrajeron unos 1.500 litros de combustible almacenados en una cuba en el interior de la nave, un compresor de aire con su manguera y unos 30 metros de rejilla galvanizada.
El caso de otro agricultor, José Barres, delegado de AVA-ASAJA de Paterna, no es menos doloroso. Hace unos días estaba trabajando en su parcela por la mañana cuando, de repente, un joven le empujó por la espalda y le hizo caer al suelo. Al volverse, el delincuente –que cubría su rostro con una mascarilla y una capucha– le pidió la cartera y las llaves que llevara en los bolsillos mientras le amenazaba con una navaja. Nada más arrebatarle la llave de la furgoneta que tenía aparcada en un camino rural, el ladrón se marchó en la misma. Barres está en contacto con las fuerzas de seguridad para tratar de obtener información sobre el paradero de su vehículo pero, por el momento, las investigaciones de los agentes no están dando resultados.
Pide redoblar la vigilancia
AVA-ASAJA reitera a la Delegación del Gobierno que redoble la vigilancia tanto en las explotaciones agrarias como en los puntos de recepción de mercancías supuestamente robadas porque “la delincuencia en el medio rural valenciano está causando una verdadera alarma social, que viene a recrudecer la dramática rentabilidad de los agricultores y ganaderos debido al encarecimiento de los costes de producción, la merma de cosechas por las adversidades climáticas, la falta de soluciones contra las plagas y enfermedades o los daños récord provocados por la fauna salvaje. La impunidad con la que actúan los ladrones es intolerable. Como sector y como sociedad no podemos continuar con esta lacra”.