Durante los meses de julio y agosto, familias valencianas de numerosos municipios participan en el programa 'vacances en pau', un proyecto por el que acogen en sus casas a niños saharauis que encuentran durante esas semanas una verdadera desconexión de su día a día en los campamentos donde viven. Algunas de esas familias son de Quart de Poblet y de Paiporta, municipios que ya han recibido a los niños que este verano disfrutarán de unas vacaciones en paz.
La concejala de Paz y Solidaridad, Lucía Fernández, junto a los concejales de Infancia, Adolescencia y Juventud, Consuelo Campos, y Participación Ciudadana, Jose Acosta, han saludado a los pequeños y han agradecido especialmente la colaboración de las familias de acogida, durante una recepción celebrada en el Ayuntamiento. Los ediles han subrayado que la solidaridad de Ajuda als Pobles y de las personas que participan en el programa “nos hacen mejores como pueblo”, a la vez que han animado a los niños y niñas saharauis a divertirse y a implicarse en la vida del municipio.
Una veintena de niños en Paiporta
En Paiporta han sido una veintena los niños que participan en el programa 'Vacances en Pau' y que el pasado viernes fueron recibidos en el Ayuntamiento.
'Vacances en Pau' es una campaña con un fuerte arraigo entre la sociedad valenciana, y está organizada por la Federación de Asociaciones de Solidaridad con el Pueblo Saharaui del País Valenciano (FASP-PV), con la colaboración de la asociación humanitaria con sede en Paiporta APAHU.
El Ayuntamiento de Paiporta ayuda a la realización de esta acción de cooperación internacional con 4.000 euros, tal como se aprobó en el pleno del pasado mes de junio. A la recepción en el Ayuntamiento de Paiporta asistieron la alcaldesa de la localidad, Isabel Martín, la concejala de Cooperación Social y Voluntariado, Isabel Martínez, y la presidenta de APAHU, Yolanda Chávarri, así como otros miembros del equipo de gobierno y la corporación municipal.
El proyecto tiene como fin sacar a los pequeños, de entre 7 y 12 años, de una situación dura. El sol es fuerte durante todo el año, pero en verano se llegan a alcanzar 50º y 60º de temperatura.
Durante su estancia en España, se les hace revisiones médicas, que diagnostican posibles anomalías para su tratamiento, bien en los campamentos o en España, en caso de que el diagnostico sea más grave. Prácticamente todos regresan a casa con sus problemas de salud solucionados; sólo se permite prolongar la estancia de aquellos a los que se les detecta alguna dolencia de mayor gravedad que no se puede solucionar en los campamentos.