Bet Font: “Considero que el dolor forma parte de la vida, viene con ella”

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Bet Font (Barcelona, 1967) es una mujer todoterreno, amiga, madre, pareja, trotamundos. Apasionada por la literatura, el cine, el teatro y cualquier forma de expresión artística e inspiración terapéutica, ha encontrado en la lectura y en la escritura una forma de ampliar su perspectiva y su proyecto. Ejerce como psicoterapeuta individual, familiar y de pareja desde el 2001 y codirige un centro de terapia en Barcelona. Se especializó en el trabajo con familias y niños desde diversos contextos: acogimientos familiares, adopciones, protección de menores, un Centro de Atención a Familias, así como dos consultas de psicoterapia de Cetebreu que cofundó en Barcelona. Acumuló diez años de experiencia al frente de una de ellas en los Servicios Complementarios de un Equipo Básico de Atención a la Salud en Vallcarca.

Bet Font es autora del libro 'Desafinadas'.

Formada en Trabajo Social y Antropología Social por la Universidad de Barcelona y en Terapia Relacional Sistémica por la Universidad Autónoma de Barcelona, así como en terapia de tratamiento del trauma psicológico y terapia familiar breve. Es docente en el Posgrado de Terapia Breve de la Universitat de Girona y lo fue en las diferentes ediciones del Master de Terapia familiar de l’lesp -Universitat de Girona (2013-2019). Colaboró en la sección de Bienestar Personal de la revista Cuerpomente entre 2010-2016. Por otro lado, Antonio Gamero (Sevilla, 1962) escribe haikus como forma de ver, sentir y expresar la vida y su esencia. Ganador del V concurso literario ‘Cosas Pequeñas’, de la Ed. Mundo escritura. Sus padres emigran a Cataluña al poco de nacer él. Trabaja como terapeuta y maestro de Karate, dos maneras de acompañar a las personas en sus procesos de crecimiento. Queda prendado de las artes y la cultura japonesa, a partir de su contacto con las artes marciales. En la actualidad practica karatedo, laido y meditación zen de la línea del maestro Taisen Deshimaru.

Pregunta: En el libro, abordas el sufrimiento cotidiano de una manera genuina y auténtica. ¿Por qué crees que es importante hablar sobre estos temas?

Bet Font: Considero que el dolor forma parte de la vida, viene con ella, nos caracteriza. Se nos presentan crisis vitales individuales y familiares, enfermedades, retos constantes, duelos. Si a ello le sumamos la desconexión reinante, las guerras de poder o el estropicio del planeta…Hay que contar que desafinaremos, que habrá cosas que podremos evitar, otras con las que convendrá apañarnos y algunas en las que podemos contribuir a mejorar. Ahí creo que podemos hacer mucho por cuidarnos y por cuidar de los demás, de lo que nos rodea, por tratarnos más amorosamente.

P.: ¿Cómo crees que tu experiencia como terapeuta influyó en la forma en que abordas y presentas tus desafíos personales en el libro?

B.F.: Cada día visito a más personas preocupadas por lo que les falta, por lo que no alcanzan a tener de aquello que les venden: tenemos que poseerlo todo y ser estupendas. Nada nos puede faltar. Pero olvidamos lo básico, lo que llevamos puesto y lo que tenemos más a mano. Olvidamos la grandeza de nuestra condición y nuestra necesidad de interdependencia que nos sigue dando sentido. También perdemos el foco de lo que sí podemos mejorar. Olvidamos qué nos une y en qué nos parecemos y qué nos vincula a nosotros mismos, a nuestra tribu, a los que nos precedieron, al resto de personas y al universo por extensión. Ojalá aprendiéramos a respetarnos un poco más y a tratarnos mejor en lugar de pelear y competir.

P.: En ‘Desafinadas’ hablas sobre la importancia de la conexión y los vínculos con los demás. ¿Cómo ha influido esta perspectiva en tu vida y en tu práctica profesional como terapeuta?

B.F.: Llevo un cuarto de siglo acompañando a familias en diferentes ámbitos y soy psicoterapeuta sistémica y antropóloga social de formación, así que mantengo siempre la perspectiva del contexto del que formamos parte. No olvido que somos seres interdependientes. Si trabajas con las personas viendo solamente al individuo que tienes delante apenas avanzas: te puedes perder en su propio ruido y se trata de que pongáis la linterna en el meollo, que siempre tiene algo que ver con la desconexión que sintió. Formamos parte de una familia y hay muchos aspectos de ella, incluso intergeneracionales, que nos afectan.

P.: Hablas de las dos fieras dentro de ti, la optimista y la pesimista. ¿Cómo logras equilibrar ambas y aceptarlas como parte de ti misma?

Portada del libro.

B.F.: Creo que en los últimos años he hecho un “master” en darles voz y atenderlas en lugar de evitarlas. Un máster en dejar que dialoguen entre ellas y se den espacio. También me ha ayudado mucho escuchar y contribuir a conciliar las partes de las personas a las que acompaño, incluso las que estaban más enterradas. Todas ellas tienen su sentido y nos han permitido vivir en las condiciones que nos tocaron. Si las comprendemos y honramos sus intenciones estamos más en paz. También hay cosas que al conocernos aprendemos a equilibrar. En el libro me refiero a ello, a que somos nuestros propios maestros a la hora de descubrir lo que nos sirve, y al final del libro le dedico un relato a lo que llamo ‘Placebo plus’, que vendría a ser un recordatorio de tirar de lo que nos hace sentir más vivas cuando pasamos momentos malos y, a menudo, inevitables. A veces nuestros antídotos y placebos se agotan y hay que irlos revisando, pero merece la pena.

P.: ¿Cómo crees que los lectores pueden relacionarse con los personajes y las situaciones que enfrentan en el libro?

B.F.: La lectora es sabia. Puede leer un haiku y empezar a evocar algo que le sugiera el capítulo. Puede ser interpelada. Puede sentirse identificada en alguna anécdota. Puede pensar o polemizar a partir de una pregunta o una reflexión lanzada al aire. Puede reconocerse en una imagen o en la resistencia que simboliza la ilustración del bambú. Puede escoger qué relato lee, tomar lo que le apetezca del libro y desechar lo que no. Confío en los lectores igual que en los pacientes o clientes. Son los protagonistas, yo pretendo acompañarles, les quiero servir.

Bet Font. (Foto-Carmen Carrazquez).

P.: Los haikus de Antonio Gamero son importantes en tu libro. ¿Cómo surgió la colaboración con él y por qué decidiste incluir estos haikus en tu obra?

B.F.: Todo empezó con un intercambio entre nosotros a través de Facebook. Yo colgaba una foto y él ponía un haiku. Creamos una interacción de maridaje de imágenes y haikus a la que a veces añadíamos algunas otras palabras o reflexión. Como soy muy fan de hacer cosas en colaboración le propuse hacer un libro que recogiera ese diálogo de imágenes y haikus y añadir la reflexión como espacio donde encontrarse los dos hemisferios del cerebro del lector, que sería el protagonista del libro.

P.: Criticas la idea de la perfección y los consejos universales en la autoayuda. ¿Cómo crees que tu libro se diferencia de las obras típicas de autoayuda?

B.F.: La pretensión de ser perfectos/as solo nos hace sufrir y disociarnos. Decía Voltaire que lo mejor es enemigo de lo bueno. Creo que nos ayuda más estar en contacto con nuestra esencia, escucharnos y respetarnos que autoexigirnos. Me siento en una posición en la que no pretendo dar tips o recetas. Creo que cada una y cada uno de nosotros debemos ir descubriendo, incluso reversionando las nuestras. Que no nos sirven para siempre ni son las mismas para todos. Qué mundo más aburrido tendríamos si todos siguiéramos los tips de cuatro gurús.

Antonio Gamero.

P.: ¿Qué esperas que los lectores obtengan de ‘Desafinadas’? ¿Cuál es el impacto que esperas tener en ellos?

B.F.: Me parece interesante que el impacto me lo cuenten ellas y ellos. Por el momento me van diciendo que llega al corazón y lleva a la reflexión, lo cual me alegra. Mi anhelo sería contribuir a normalizar y acoger el sufrimiento, la incertidumbre o el dolor. A que no olvidemos que la vida duele y que atravesaremos dificultades. A dar espacio a todo tipo de emociones, sin pretender que estaremos siempre felices. Y, sobre todo, a que nos tenemos con nosotras y nosotros mismos y con los demás. Con nuestra interdependencia y conexión.

(Agradecemos a Bibiana Ripol y Pau Tubert su colaboración para la realización de esta entrevista)

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