La parroquia de la Santísima Cruz de Alaquás ha puesto en marcha una campaña de recogida de alimentos no perecederos para atender a las familias de la Cáritas parroquial, que se han duplicado con motivo del impacto económico de la crisis sanitaria del COVID-19.
Las familias atendidas por la parroquia han pasado de ser 24 antes del inicio del estado de alarma a 50 en la crisis actual. El párroco de la Santísima Cruz, Juan José Segarra, ha asegurado que “la Iglesia sigue su labor y mantiene su presencia en la sociedad. Seguir con nuestro trabajo es el mejor testimonio que podemos dar de una Iglesia que siempre acoge a sus hijos”.
La entrega de alimentos y de tickets para usar en supermercados locales se realiza todos los sábados por la mañana. Para ello, se preparan bolsas totalmente personalizadas para cada familia, teniendo en cuenta sus necesidades específicas, si tienen hijos,... Igualmente, los voluntarios llevan los alimentos a domicilio para las personas mayores o de riesgo que no pueden desplazarse hasta la parroquia.
La recogida y entrega de alimentos se realiza “respetando todas las medidas de seguridad, como la distancia social, el uso de guantes y de mascarillas”, tiene lugar en exterior de la parroquia “para que no haya acumulación de personas, y sin subir a las casas en las entregas a domicilio”.
El párroco ha explicado que se trata de ofrecer “una acogida verdadera: escuchar a las familias, entender sus necesidades y preocupaciones, que sientan que estamos ahí para echar una mano, que no les desatendemos a pesar de que hemos estado mucho tiempo sin vernos”.
Desde la parroquia han querido agradecer “a todos los vecinos de Alaquás, que han tenido una respuesta muy buena a esta iniciativa” y han realizado un llamamiento a las aportaciones, tanto de empresas como de particulares, en forma de donaciones a través del portal donoamiiglesia.es o de entrega de alimentos.
