Niños, familiares y trabajadores del Hospital de Manises construyen un gran lazo azul por el Día del Autismo

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Mostrar el día a día que viven los niños con autismo y sus familiares para concienciar sobre este trastorno ha sido el objetivo de la gran fiesta de conmemoración del Día Mundial del Autismo organizada por la Unidad de Neurorrehabilitación Infantil del Hospital de Manises en el Centro de Especialidades de Mislata. En ella, han participado más de 150 personas entre los propios niños, sus familiares y trabajadores.
Todos ellos han construido un gran lazo azul con piezas de puzzle pintadas a mano por ellos mismos que representa la complejidad del trastorno y la necesidad de normalización de los niños con autismo en la sociedad.

“Todos los talleres que hemos desarrollado en la fiesta se han pensado con el objetivo de que participen niños con desarrollo normal y niños con autismo y sus familias para favorecer la integración de este colectivo que tiene muchos problemas de relación e interacción social”, explica María Motos, coordinadora de la Unidad de Neurorrehabilitación Infantil del Hospital de Manises y experta en autismo.

Además de la construcción del puzzle gigante, la Unidad también ha organizado un taller de pintura de caras, un circuito de sambori con números y otro de psicomotricidad así como uno de pintura que han contado con la supervisión y colaboración de trabajadores voluntarios del centro hospitalario. Tras la finalización de los talleres, todos los participantes, niños, papás, voluntarios y terapeutas, han salido a la calle y han lanzado un globo al aire en señal de la participación de todos los colectivos en el avance en el conocimiento de esta patología, desde la integración de los niños y sus familias en entornos normalizados hasta un mejor conocimiento de la misma por parte de toda la sociedad.

Aumenta la información, el diagnóstico y mejora el tratamiento

Según los especialistas, en los últimos años ha aumentado el registro del número de casos debido, principalmente, a la mayor especialización y formación de los profesionales. “Hay mayor preparación tanto de los que dan la voz de alerta (profesores, pediatras) como de los que realizan el diagnóstico (equipos especializados). También existe mayor información en la población general y por tanto hay más posibilidad de que los padres detecten los signos de alerta y que recurran a los especialistas”, destaca María Motos.

El diagnóstico más certero en este tipo de trastornos se realiza en torno a los tres años, aunque las manifestaciones o signos de alarma suelen producirse en edades más tempranas. Según explican los profesionales de Manises es muy importante la detección precoz, ya que se puede realizar un seguimiento temprano del niño, un diagnóstico más certero y una intervención que ayudará a conseguir una mejor adaptación del niño en sus diferentes ámbitos (familiar, social y escolar). Igualmente se podrá empezar a trabajar antes con las familias para que participen activamente en la integración del niño.

En este sentido, la Unidad de Manises, al estar integrada en un hospital público cuenta con la capacitación de los médicos de familia en la detección precoz y de los especialistas en neuropediatría que son los que al final derivan a los niños la Unidad.

Desde Manises también destacan los nuevos enfoques de tratamiento que se aplican en la Unidad como la estimulación sensorial, el fomento del apoyo familiar y el abordaje multidisciplinar de la patología.

La Unidad de Neurorrehabilitación Infantil del Hospital de Manises, ubicada en el Centro de Especialidades de Mislata, está especializada en el tratamiento de trastornos generales del desarrollo y Daño Cerebral. Se trata de menores que presentan problemas de lenguaje y comunicación, interacción social, juego, imaginación y creatividad, dificultades en el procesamiento sensorial...

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